18 febrero 2016
La vida es hoy
Ámate, perdónate
Mírate de nuevo y dile fuerte: Gracias!
Era la introducción de una hermosa canción de una cantante mexicana muy popular (Thalía) y sentí que en ese momento me hablaba a mí, fue sorprendente, porque decía justo lo que debía escuchar, cada palabra tenía más resonancia que la otra, en ese justo momento.
Esta canción habla sobre que hay momentos donde nos hacemos daño nosotros mismos y la manera en que nos flagelamos al cortarnos las alas, dejando de soñar dejando de creer en nosotros mismos.
Entendí en ese momento que si quería que algo cambiara en mi vida tenía que hacer que cambiara, tenía que entender que no puedo solo decir que sí siempre; cuando mi corazón, alma y razón grita NO!!!
Es muy claro el mensaje: debemos amarnos, respetarnos, querernos… hoy en día el amor está condicionado a segundas o terceras personas y nos olvidamos que para amar a otros hay que amarnos a nosotros mismos; el mismo Jesucristo (para los que son creyentes) lo dijo “amad a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39) pero ¿cuándo y cómo nos amamos?, ¿en qué momento?
Hay volví a pensar en tantas cosas que me hacen feliz y que por alguna razón ya no hago, como ir al cine, visitar a algún familiar o amigo, pintar, caminar descalzo, jugar con mis mascotas, cosas que me llenan de alegría y que no he hecho en algún tiempo con la excusa de que: estoy cansado, lo hago mañana, tengo sueño, no tengo dinero para eso, y tantas otras que podría enumerar.
Dejemos de buscar excusas para ser feliz, con cosas tan simples como oler una flor, sonreírle a un niño, tocar a un perro, o lo que sea que nos haga feliz y que dependa de nosotros mismo.
Dejemos de lado el pensar que la felicidad depende de otros, de objetos, de remuneraciones; dejemos de despertar cada mañana y olvidar nuestros sueños, anhelos y deseos porque en cada uno de estos esta un pedazo de nosotros y si nos olvidamos de ellos nos estamos desvaneciendo poco a poco y estamos convirtiéndonos en robots; sin sentimientos, sin alegrías y sin deseos.
Estamos dejando nuestra humanidad por seguir normas, compromisos, leyes, ordenes…
Aprendamos a aceptarnos, a perdonarnos a querernos, a amarnos…
Recuerden nuestra vida no es color de rosa, nuestra vida es un lienzo en blanco donde depende de nosotros mismos hacer un garabato o una obra de arte, llenándola de colores, algunos brillantes otros obscuros, pero que hacen contrastes y llenan este lienzo. DS
Gracias- THALÍA