El Día Mundial del Donante de Sangre se celebra el 14 de junio de cada año, con la finalidad de sensibilizar y concienciar a la población mundial acerca de la importancia de donar sangre, para contribuir con la salud de pacientes que requieren transfusiones.
14 junio 2023 |
Asimismo, se pretende promover el establecimiento de sistemas e infraestructuras, destinadas a incrementar las donaciones de sangre y productos sanguíneos seguros para transfusiones, con el apoyo de los gobiernos y las autoridades sanitarias.
La fecha de esta efeméride conmemora el nacimiento de Karl Landsteiner, patólogo y biólogo austríaco que descubrió y tipificó los grupos sanguíneos, motivo por el cual se le concedió el Premio Nobel de Medicina en el año 1930.
La transfusión sanguínea es un procedimiento médico, mediante el cual se transfiere sangre de una persona a otra para reponer los componentes sanguíneos que disminuyen por causa de una cirugía, lesión, trastorno hemorrágico o enfermedad (cáncer, hemofilia, diabetes, entre otros).
La sangre posee los siguientes componentes sanguíneos:
El donante de sangre debe cumplir con los siguientes requisitos básicos:
El donante deberá someterse a una evaluación previa efectuada por personal sanitario especializado, suministrando la información requerida, a fin de determinar si es apto para donar sangre.
Asimismo, debe seguir estas indicaciones:
El proceso de extracción de sangre dura aproximadamente 20 minutos y se puede donar sangre una vez por semana.
Para conmemorar esta efeméride, se selecciona anualmente un tema central. Para 2023, el lema del Día Mundial del Donante de Sangre es "Dona sangre, dona plasma, comparte la vida, compártela frecuentemente".
La campaña se centra en los pacientes que precisan apoyo de transfusiones de por vida. Se subraya la importancia de donar sangre o plasma periódicamente para crear un suministro seguro y sostenible de sangre que pueda estar siempre disponible para aquellos pacientes que lo necesiten.
La mayor dificultad para disponer de recursos sanguíneos se produce en los países pobres y menos desarrollados, donde las personas que necesitan transfusiones de por vida a menudo tienen dificultades para acceder a la sangre de manera segura.