Una década después del reconocimiento del acceso al agua y al saneamiento como un derecho humano, miles de millones de personas en el mundo siguen sin esos servicios, y la situación empeora con la pandemia.
28 julio 2020 |
El acceso al agua y al saneamiento debe ser una prioridad en los próximos 10 años si queremos construir sociedades justas y humanas, recalcó el experto independiente de ONU en un informe.
Heller indicó que los países no parecen estar listos para lograr los objetivos relativos al agua, el saneamiento y la higiene de cara a 2030, como es la meta trazada.
Una de cada tres personas en el mundo sigue sin poder acceder al agua potable y más de la mitad de la población mundial carece de acceso a un saneamiento seguro, alertó.
Unos tres mil millones de personas no disponen de instalaciones básicas para el lavado de manos con jabón y agua, y más de 673 millones todavía practican la defecación al aire libre, detalló.
Esta situación inaceptable, agregó, causa 432 mil muertes debidas a la diarrea cada año.
La Asamblea General adoptó el 28 de julio de 2010 una resolución en la que todos los Estados miembros de la ONU se comprometieron a garantizar el acceso de todas las personas al agua y al saneamiento, recordó el experto independiente.
Ese compromiso se reforzó en la Agenda 2030, cuyos Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan acabar con la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas futuras de toda la gente.
Pero si bien la resolución fue un buen punto de inicio, e inspiró iniciativas y avances importantes, esos proyectos no son suficientes, consideró Heller.
Muchas naciones del mundo no parecen estar listas para lograr los objetivos relativos al agua, el saneamiento y la higiene para 2030, insistió el relator de ONU y llamó a acelerar los esfuerzos para alcanzar esos derechos para todos.