La extinción de ciertas especies puede disparar la pérdida de otras y destruir ecosistemas a niveles insospechados, reveló un estudio de la Michigan State University (MSU) y la Maryland University, reseñado por el semanario Science, basado en una investigación hecha en Panamá.
14 febrero 2020 |
La investigación documentó el desplome de la comunidad de serpientes en El Copé después que un hongo patógeno acabara con las ranas de la zona, privando a los ofidios de su fuente primaria de alimentación.
Este estudio de anfibios y reptiles en Panamá ocupa la portada de Science, pues ilustra el efecto cascada que puede provocar en un ecosistema la desaparición de una especie, incluso de animales escurridizos o poco estudiados, como las referidas serpientes.
En los 13 años que duró la investigación, siete antes y seis después de la plaga que acabó con las ranas, apenas fueron observadas 36 especies de serpientes, de las cuales 12 solo fueron vistas una vez, y cinco en un par de ocasiones.
Cuando ciertos animales mueren en masa los investigadores suelen enfocarse en las causas, sin tener en cuenta a las demás especies en los ecosistemas, por ende, los niveles reales de devastación suelen exceder los estimados de la comunidad científica.