La exposición incesante a sustancias tóxicas plantea una crisis y una amenaza global para los derechos humanos y la salud reproductiva, afirmó un alto ejecutivo de la Organización de Naciones Unidas.
28 octubre 2019 |
Argumentó que cuando se ve a través de la lente de la salud reproductiva e infantil, la importancia y la gravedad de prevenir la exposición a sustancias tóxicas desde los primeros años de vida se agudiza aún más.
'La disminución de la fertilidad, incluida la disminución de la calidad y cantidad de esperma, es solo una de las muchas tendencias preocupantes de salud vinculadas a la exposición tóxica que persiste, porque los Estados no han priorizado realmente la prevención', añadió.
Para Tuncak los Estados tienen el deber de evitar la exposición a los tóxicos en el contexto de los derechos a la vida, la salud, la dignidad y la integridad corporal.
De acuerdo con el especialista, cada vez más se demuestra que los llamados niveles de exposición seguros para muchas sustancias tóxicas simplemente se presumen mientras para muchas otras no existen.
Aseguró que el alivio y el remedio, en la medida limitada en que se materializa, a menudo es insuficiente y demasiado tarde para quienes están expuestos.
El relator advirtió de que 'existe el peligro de que los derechos humanos al agua potable, la alimentación y la vivienda adecuada, el aire limpio, un medio ambiente sano y un trabajo seguro y saludable, entre otros, sean una promesa falsa y nunca se realizarán sin esfuerzos concertados para hacer de la prevención una prioridad urgente'.
Tuncak enfatizó que este cóctel tóxico de contaminación se calcula de manera conservadora como la mayor fuente de muerte prematura en el mundo, por lo que se debe abordar con especial énfasis en aquellos que más vulnerables: los niños, los trabajadores, los diferentes géneros y las personas que viven en la pobreza.
Entre los graves problemas de impacto adverso para la salud mencionó la contaminación del plástico, los pesticidas peligrosos, el contagio atmosférico, los productos químicos cuya inocuidad no está verificada en los productos de consumo y la presencia de metales pesados en los alimentos y el agua.