El 29 de septiembre fue el Día Mundial del Corazón, introducido por la Organización Panamericana de la Salud y por la Organización Mundial de la Salud. Con la fecha se pretende dar a conocer las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento.
30 septiembre 2019 |
Las mujeres tienen seis veces más riesgo de morir de un problema cardiovascular que de cáncer. Mueren, sobre todo, de problemas relacionados con el corazón y con el sistema de circulación sanguíneo.
Además, las mujeres suelen pasar por alto problemas cardiovasculares por ser más tolerantes al dolor y al malestar en general. Después de ignorar dolores en el abdomen, en la mandíbula o en la espalda que pueden ser manifestaciones de un corazón poco sano o de cansancio continúo, a veces presentan síntomas más avanzados de una enfermedad cardiaca.
Sí, las yemas de los huevos contienen colesterol, pero la mayor parte acaba en el hígado y se deshecha. Lo que hay que controlar es la cantidad de grasa que llega a tu organismo, especialmente cuando se trata de grasas saturadas y trans.
Una alta proporción de grasas saturadas se encuentra en las grasas tropicales — en el aceite de palma y en el de coco, por ejemplo—, en las grasas animales —la de cerdo y la de res— y en productos lácteos. Las grasas trans están presentes, sobre todo, en la margarina.
Las vitaminas y demás sustancias importantes deben llegar de la comida, especialmente de productos como la fruta, y las verduras y el pescado. No hay ningún estudio científico que demuestre que los suplementos de omega 3 ayudan al corazón a funcionar bien.
Sí, estarás más sano si haces deporte. Especialmente si lo haces con moderación. Pero los deportistas profesionales y los maratonistas también tienen infartos. Nadie es inmune al problema.
No necesariamente. Sí, el sobrepeso es uno de los factores que puede dañar el corazón, pero hay bastantes personas delgadas que padece los mismos problemas.
7. Las enfermedades cardiacas son genéticas
Si en tu familia hay un historial de enfermedades de este tipo, es más probable que tú también las padezcas. Pero eso no significa que, si nadie en tu familia las ha tenido, tú también te salves. Hay que vigilar los factores que ya te hemos mencionado —como la dieta y el estilo de vida en general— para protegerse mejor de las enfermedades cardiovasculares.