Los que participaron en el reciente estudio sobre el tema reportaron sentirse menos estresados y deprimidos, así como menos somnolientos durante el día.
La investigación, realizada por las universidades de Birmingham y Surrey, en el Reino Unido, y la Universidad de Monash, en Australia, involucró a 22 'búhos'. La hora media de acostarse para ellos era a las 2:30 de la madrugada y se despertaban a las 10:15 de la mañana.
Durante un período de tres semanas, se les pidió a los participantes que adelantaran sus horarios entre 2 y 3 horas, con los horarios fijados para los días laborables y los días libres.
También tenían que desayunar lo antes posible después de levantarse, almorzar a la misma hora todos los días y cenar no después de las 19. Limitaban el consumo de cafeína después de las 15.
Los resultados, publicados en la revista Sleep Medicine, mostraron un aumento en el rendimiento cognitivo (tiempo de reacción) y físico (fuerza de agarre) durante la mañana, mientras que los momentos de mayor rendimiento cambiaron de la noche a la tarde.
Lo más interesante es que también se asoció con mejoras en el bienestar mental y la somnolencia, lo que dio un resultado muy positivo para los participantes.