Países de bajos y medianos ingresos necesitarían gastar en conjunto alrededor de 1,4 billones de dólares adicionales al año para garantizar la protección social universal, señaló la OIT.
06 agosto 2024 |
Pero los retos son “aún mayores para los países de renta baja, donde el déficit de financiación de la protección social alcanza un abrumador 52,3 por ciento del PIB anual”, indica el documento.
Para lograr la cobertura universal, los países de ingresos bajos y medios necesitarán anualmente un gasto público adicional del 10,6 por ciento, lo cual podría conseguirse a partir de recursos nacionales, entre ellos, los impuestos y las cotizaciones a la seguridad social, así como mediante una mejor gestión de la deuda soberana, consideró la OIT.
Los países de bajos ingresos requieren movilizar fondos ascendentes a cuatro veces el gasto público anual para encarar la brecha, por tanto, opinó la OIT, es necesaria la solidaridad internacional.
Con vistas a contrarrestar tales déficits, la ayuda al desarrollo tendría que triplicarse con creces y destinarse exclusivamente a la protección social, concluyó el organismo del sistema de las Naciones Unidas.
A escala regional, los resultados muestran que África enfrenta los desafíos más importantes, con un déficit de financiación del 17,6 por ciento del PIB anual del continente, seguida de los países de renta baja y media de los Estados árabes (11,4), América Latina y el Caribe (2,7), Asia y el Pacífico (2,0) y Europa y Asia Central (1,9 por ciento), precisa el informe.
Asimismo, la OIT llamó a incrementar la financiación internacional para el clima, teniendo en cuenta que puede ayudar a reforzar y adaptar los sistemas de protección social en las naciones empobrecidas.