Potencial mundial de empleo en las energías renovables

Sin embargo, indicó, los puestos vinculados a las fuentes renovables de energía están desigualmente distribuidos, con casi la mitad en Asia oriental.

También el auge tecnológico digital ofrece oportunidades, “pero muchos países carecen de la infraestructura y las competencias necesarias para beneficiarse plenamente de estos avances”, señala el documento.

A juicio de la OIT, con la transición ecológica surgen nuevas opciones de empleos decentes, si se considera la prioridad concedida por los responsables políticos al aumento de las inversiones en energía y movilidad «verdes» dentro de las políticas industriales de los Estados.

Las subvenciones a gran escala y la expansión de infraestructuras públicas, como estaciones de carga y la red eléctrica, ayudaron a fomentar la generación de energía solar y el uso del hidrógeno, dada la rápida proliferación de los vehículos eléctricos, ilustró.

No obstante, insistió, casi la mitad de las nuevas oportunidades de empleo verde se concentraron en Asia oriental, mientras “otras economías en desarrollo y emergentes han obtenido pocos beneficios en términos de trabajo decente”.

Hasta el momento, las regiones de América del Norte y Asia-Pacífico registraron la mayor parte, con China a la vanguardia (46 por ciento de todos los empleos en la esfera de las energías renovables), detalla el reporte.

De acuerdo con las estimaciones, la carencia de ofertas laborales continúa siendo un serio problema para la humanidad: la cifra ascendió a 402,4 millones en 2024.

El déficit engloba a unos 186 millones de desocupados, 137 millones que forman parte de la fuerza de trabajo potencial y unos 79 millones de personas enfrascadas en otras responsabilidades como las tareas de cuidados, indicó la OIT.

En opinión del ente de Naciones Unidas, el trabajo decente y el empleo productivo siguen siendo la piedra angular para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de aquí a 2030; sin embargo, «los avances en este ámbito se han estancado durante el último decenio”.

Aunque el crecimiento económico mundial logró mantenerse en 2024, empiezan a reaparecer signos de debilidad e incertidumbre, especialmente en los países de ingreso bajo, remarcó.