21 diciembre 2015
El folklore incluye los bailes, la música, las leyendas, los cuentos, las artesanías y las supersticiones de los pueblos, entre otros factores. Se trata de tradiciones compartidas por la población y que suelen transmitirse, con el paso del tiempo, de generación en generación de forma oral o escrita
.
Los estudiosos distinguen entre cuatro etapas del folklore: el folklore naciente que incluye los rasgos culturales de creación reciente; el folklore vivo que es aquel que todavía se practica en la vida cotidiana; el folklore moribundo que preserva ciertos elementos tradicionales, en especial en los ancianos del pueblo y el folklore muerto, en cambio, pertenece a una cultura extinta.
El folklore es distintivo y propio de cada pueblo. En tiempos de globalización, la cultura tiende a homogeneizarse y los países dominantes imponen su cultura. Por eso el folklore supone un ámbito de resistencia para la identidad. Todos nosotros las personas que vivimos en países como el nuestro donde las culturas del mundo hacen su paseo por el país, se siente la presión sobre nuestros jóvenes donde lo foráneo tiende a opacar nuestras costumbres, debemos resaltar con énfasis nuestras tradiciones, mostrándole a los jóvenes que no es que sea malo las demás culturas, pero haciéndoles ver que la nuestras es mucho mejor.
“RESALTANDO NUESTRA IDENTIDAD , TAMBIEN SE AMA EL FOLKLORE”