La inteligencia artificial, combinada con la ciencia ciudadana, ofrecerá una detección a tiempo real del mosquito tigre a gran escala y, como resultado, permitirá llevar a cabo un control más rápido de este transmisor de enfermedades.
14 mayo 2021 |
“La idea inicial es conseguir que la máquina clasifique las fotos más sencillas, y dejar en manos de los expertos la tarea de identificar las imágenes más problemáticas y que requieren consensos. A medida que el sistema artificial vaya aprendiendo de las clasificaciones de los expertos, podremos ampliar el abanico de especies catalogadas automáticamente”, explica John Palmer, investigador de la UPF y codirector de Mosquito Alert.
Más capacidad de predicción
Este hito puede marcar un antes y un después en la vigilancia y seguimiento del mosquito tigre y de otros mosquitos capaces de transmitir enfermedades. “Estamos entrenando un sistema inmunológico social contra estos mosquitos. Cuanto más rápido se detecte la amenaza, más rápido se puede actuar sobre la misma”, comenta Frederic Bartumeus, codirector de Mosquito Alert e investigador ICREA del CEAB-CSIC y CREAF. Por un lado, la ciencia ciudadana de Mosquito Alert permite a cualquier persona formar parte de este nuevo sistema inmunitario social y aportar un número masivo de fotos de mosquitos, por el otro, la inteligencia artificial permite, acelerar el proceso de clasificación de las fotos recibidas y así ayudar a los expertos en salud pública a tomar mejores decisiones y más rápidas sobre la gestión del mosquito.
“En los momentos de máxima necesidad, como en los meses de mayor actividad de mosquitos o en un contexto de crisis epidemiológica, la inteligencia artificial puede ayudarnos a que el sistema pueda absorber una mayor cantidad de información controlando en todo momento su calidad, lo cual es clave si se quiere que los datos sirvan para la toma de decisiones en salud pública”, añade Frederic Bartumeus.
Automatizar salva vidas
La presencia del mosquito tigre en España supone una amenaza para la salud pública. Millones de personas se ven afectadas por su presencia y están expuestas al riesgo de transmisión de enfermedades como el dengue o el chikungunya. En Europa, el mosquito tigre ha estado implicado cada año desde 2007 en pequeños brotes de transmisión local de estas enfermedades víricas contra las que no se dispone de vacunas. La única medida de prevención pasa por el control de los mosquitos que las transmiten. Evaluar el riesgo y las medidas de acción necesarias para mitigarlo requiere tener información precisa sobre las poblaciones del mosquito tigre, una tarea costosa y laboriosa que requiere colocar e inspeccionar de manera manual de trampas y su posterior análisis en el laboratorio donde se identifican los insectos. Una metodología que no es viable para cubrir grandes áreas geográficas.
Los métodos de ciencia ciudadana de Mosquito Alert, que permiten a cualquier persona notificar la presencia de un mosquito mediante una aplicación móvil disponible en Android y iOS, es una alternativa que facilita cubrir grandes áreas geográficas a lo largo de toda la temporada de mosquitos. Desde 2015 la iniciativa recibe cada año miles de fotografías que ayudan a estimar la abundancia de mosquitos. Sin embargo, este gran volumen de fotografías sigue clasificándose mediante el examen visual de expertos entomólogos, una tarea que requiere tiempo y años de experiencia. Integrar la inteligencia artificial en este proceso puede acelerar la clasificación y desarrollar así mapas de riesgo a tiempo casi real que mejoren la gestión del mosquito tigre.
Roger Eritja, científico del CREAF y director entomológico de Mosquito Alert, aclara las limitaciones de la inteligencia artificial: “Se requerirá tiempo hasta que una máquina pueda tener la misma capacidad que un ojo experto, especialmente para otras especies menos características que el mosquito tigre. En España se han descrito 62 especies de mosquitos, muchas de las cuales actualmente no se pueden clasificar a partir de una imagen, sino que hay que examinarlas al microscopio. En algunos otros casos, se requiere incluso un análisis genético para identificarlos”.