Los científicos británicos han descubierto que el hueso fabela que se consideraba perdido en la evolución volvió a aparecer en los seres humanos. En comparación con los datos de hace 100 años, la cantidad de personas que actualmente tienen este hueso se incrementó 3,5 veces.
La velocidad del viento y la altura de las olas en los océanos ha aumentado desde 1985, afirman los científicos.