La investigación alertó que las poblaciones de insectos —quienes polinizan más del 80 por ciento de las plantas que constituyen una fuente importante de alimento— disminuyen en el mundo y los esfuerzos de su conservación siguen pasándolos por alto.
La exposición a niveles más altos de contaminación atmosférica durante la mitad o final del embarazo puede impactar negativamente en el desarrollo neurológico del niño en sus primeros años, reveló un estudio en Estados Unidos.