Los productos utilizados para la limpieza de los hogares generan niveles significativos de químicos y particulados que disminuyen la calidad del aire y agudizan la contaminación de las ciudades.
El cuerpo del ser humano está formado en las 70% de agua. Con este enunciado no hace falta explicar mucho la importancia de este líquido para la sostenibilidad de la vida.