En los países emergentes y en desarrollo 159 millones de personas están desempleadas y otros 730 millones trabajan, pero no ganan lo suficiente para dejar de ser pobres.
Ya son más de mil, y el número sigue creciendo, los científicos que se han adherido a la declaración de apoyo a la acción directa no violenta ante la emergencia climática. Este manifiesto, impulsado tras las acciones civiles de las últimas semanas, está firmado por investigadores de todo el planeta.