El Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, firmaron un memorando de entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) para abordar los desafíos y las oportunidades de desarrollo generados por el aumento del desplazamiento forzado en América Latina y el Caribe.
05 diciembre 2021 |
El BID y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) colaborarán para fomentar soluciones y promover la inclusión de las poblaciones desplazadas en las comunidades de acogida, con especial atención a las personas vulnerables, sobre todo las mujeres, los niños y las niñas. El acuerdo promueve programas y proyectos para maximizar las capacidades técnicas y la transferencia de conocimientos en áreas como la recopilación y el análisis de datos, el fortalecimiento de las plataformas de coordinación multilateral y la movilización conjunta de recursos, y el trabajo para lograr sinergias operativas.
El anuncio de hoy refuerza la capacidad de ambas organizaciones para hacer frente a los retos sin precedentes a los que se enfrenta la región y las oportunidades de mejorar la inclusión socioeconómica de millones de personas refugiadas y migrantes, beneficiando también a sus comunidades de acogida.
"América Latina y el Caribe tiene más migrantes per cápita que cualquier otra región del mundo. El acuerdo de hoy prepara el camino para establecer soluciones duraderas que aborden los factores que impulsan la migración y mejorar la ayuda para las comunidades de acogida y las personas desplazadas. Al ampliar nuestro trabajo, ACNUR y el BID tendrán un impacto directo en la vida de las personas y comenzarán a abordar este desafío sin precedentes en todos los países de la región", declaró el Presidente del BID, Mauricio Claver-Carone.
América Latina y el Caribe se enfrenta a la mayor crisis de movilidad humana de la historia reciente. La pandemia del COVID-19 ha tenido un profundo impacto en las personas refugiadas y migrantes, lo que afectado aún más sus ingresos y condiciones de vida. El creciente éxodo desde Venezuela, la cantidad récord de personas que huyen de los países del norte de Centroamérica, junto con los nuevos flujos de salida de países como Haití o Nicaragua, y los retornos de desplazados y migrantes al Triángulo Norte han puesto a los países ante un reto de inclusión social sin precedentes.
"Este acuerdo refuerza nuestra larga colaboración para hacer frente al desplazamiento forzado en toda la región", dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi. "Esta alianza estratégica e innovadora ayudará a brindar a las personas refugiadas y a otras personas desplazadas el apoyo crítico que necesitan para ser autosuficientes, mientras que contribuyen a sus comunidades de acogida".
El BID y ACNUR han estado trabajando en conjunto para mejorar la vida de las personas refugiadas y migrantes en toda la región. El BID ha asumido un rol activo para apoyar los procesos regionales y el Pacto Mundial sobre Refugiados, y promover la participación del sector privado en la respuesta a la crisis de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela. Otros proyectos incluyen mecanismos de financiación innovadores, el mapeo de las comunidades venezolanas en los países de acogida, el apoyo a los procesos actuales de regularización de refugiados y migrantes venezolanos en Colombia y Ecuador, la implementación de subsidios de vivienda para los más vulnerables, y estudios sobre el impacto de las políticas públicas de los países de acogida.