La inversión en Chile en proyectos relacionados con energías renovables no convencionales (ERNC) creció un 231 por ciento en 2024 respecto del año anterior, lo que equivale a un total de 5.695 millones de dólares, según la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera).
09 enero 2025 |
De acuerdo con las cifras de la entidad, tras añadir 4,2 GW (gigavatios) al sistema eléctrico en 2024, se contemplan este año 236 iniciativas con una capacidad instalada de 3,9 GW, lo que representa 4.358 millones de dólares de inversión.
Acera realizó hoy martes un balance de los principales hitos de la industria renovable y de almacenamiento durante 2024, junto con las prioridades, desafíos y oportunidades hacia adelante.
En la actividad, Rojas señaló que el país sudamericano logró recientemente una "tendencia irreversible de crecimiento de la generación de energía renovable, mientras que la energía térmica siguió bajando".
En medio de los esfuerzos para la transición energética, la directora añadió que "las centrales fotovoltaicas se consolidaron como la principal tecnología instalada en el sistema" con 11.746 MW de capacidad instalada, seguida por la eólica y gas natural.
De esta forma, las energías renovables no convencionales alcanzaron la mayor capacidad instalada en el sistema eléctrico (51 por ciento), seguido por el segmento térmico (31 por ciento) e hidráulico convencional (18 por ciento).
"El principal recurso renovable que tiene Chile hoy es la radiación solar en el desierto de Atacama, con 10,5 millones de hectáreas, y lo más competitivo es el recurso solar con almacenamiento", dijo en su intervención el presidente de Acera, Sergio del Campo.
Durante la conferencia, el líder gremial indicó que 2024 fue "el año del almacenamiento", debido al interés por desarrollar este tipo de tecnologías que ha permitido inyectar energía solar a la matriz eléctrica en horario nocturno.
Del Campo afirmó al respecto que el país austral "está liderando prácticamente a nivel global la entrada del almacenamiento al sistema eléctrico", con alrededor de 3 GW de almacenamiento en construcción, operación o en prueba, superior a la meta inicial de llegar a 2 GW al año 2026.
Destacó que el sector energético chileno se ha convertido en uno de los más atractivos para capitales nacionales y extranjeros.
Sin embargo, entre las principales preocupaciones de la industria está la demora en la entrega de permisos para crear infraestructura de almacenaje y distribución de electricidad, y la falta de capacidad de las líneas de transmisión eléctrica.
Según Acera, tal como la participación de las energías renovables no convencionales llegó a un récord de 40 por ciento en la matriz eléctrica chilena, el "vertimiento" o "reducción" energética alcanzada en 2024 se multiplicó.
"La reducción fue equivalente al consumo anual de 2.190.000 hogares. Estamos perdiendo energía equivalente a la cantidad de hogares que están postulando a un subsidio estatal para enfrentar el alza de las cuentas de electricidad", advirtió Rojas.
Chile se ha propuesto la meta de descarbonizar las fuentes eléctricas para 2050, de acuerdo con la estrategia gubernamental, que conlleva el retiro de centrales a carbón y otras medidas relacionadas con reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
El objetivo es aprovechar el amplio potencial eólico y la radiación solar extrema del árido norte chileno, entre otras fuentes naturales como el viento o la fuerza del mar.
Para Chile, uno de los puntos relevantes es aumentar la participación eléctrica en el país, impulsando la electromovilidad y el uso del transporte público eléctrico.