Los hay dulces, jugosos, con fibra, alargados, en forma de zapato, aromáticos, colorados, rosados. Algunos pueden costar hasta 50 dólares. Se consume desde el Asia hasta nuestro continente. Se comen solos, con sushi, en pizzas, con carnes y ensaladas.
La vida en los manglares de Chame transcurre entre humo , fango y leños. Cientos de chameros a lo largo de la cinta de manglar, que bordea la Bahía de Chame trabajan en la producción de carbón, un oficio tradicional y que data de décadas, pero ilegal, actualmente.