En los últimos 20 años el hombre provocó cambios drásticos y acelerados en los ecosistemas marinos, alterando su capacidad natural para absorber los crecientes niveles de CO2 de la atmósfera, alertaron científicos europeos.
26 diciembre 2017 |
Con la publicación del libros 'Marine Animal Forest' expertos de Francia y España abordaron el nuevo concepto de bosque animal y recordaron el importante papel de mares y océanos frente al cambio climático.
El texto recreó una visión general de los ecosistemas subacuáticos y explicó que un bosque animal lo forman las comunidades que residen en el fondo del mar (bentónicas) dominadas por corales, gorgonias, esponjas o bivalvos, que crean estructuras complejas que sirven a su vez de hogar a muchas otras especies.
Sus autores explicaron que estas comunidades tienen similitudes estructurales y funcionales con los bosques terrestres, aunque están dominadas por animales en lugar de plantas.
De acuerdo con la investigación el bosque animal marino es la estructura más extensa de la Tierra, ya que el 70 por ciento de la superficie del planeta está cubierta por mares y océanos y concentra el 90 por ciento de las formas de vida.
Sin embargo, estimaron que solo conocemos un cinco por cienot de lo que hay en el fondo del mar, desde un punto de vista biológico y de comunidades, lo cual es muy poco en comparación con la superficie terrestre.
Además los investigadores denunciaron que la actividad humana está provocando una dramática pérdida de biomasa y biodiversidad y daña su capacidad de recuperación.
Según los biólogos, prácticas de pesca destructiva y excesiva, contaminación, acuicultura incontrolada, explotación petrolera y de gas y urbanización del litoral se suman a los efectos del cambio climático como el calentamiento global, la acidificación del agua, el incremento de los niveles del mar, la erosión de los icebergs o el aumento de la frecuencia y virulencia de los huracanes.
'Todo esto conducirá a la degradación de la biodiversidad, la destrucción de las estructuras de los ecosistemas y la pérdida de servicios ecosistémicos', advirtió el libro.