No a la reelección

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No a la reelección

no a la sumisión, el pueblo, a la acción

ya basta de resignación, de tanta inacción

el voto es moneda, la cuota el poder

del pueblo el poder, repartido sin saber

que políticos buscan al pueblo… enmudecer.

No a la reelección

por qué no merecen ser…

aquellos no saben

ni tampoco no pueden

ni mucho menos, no quieren

por qué muchas obras, pero leyes no hacen.

No a la reelección

no es su función; ningún infante que obra

y se moja, en sus obras no alza

con foto que toma, campaña que carga.

O Barbie que pasea e Instagram la postea

de tontos, botamos a ella, por bella.

No a la reelección

por qué la pobreza tiene decencia

y aunque el hambre tiene urgencia

por un jamón no vendo mi alma

“aunque das, no vas”; mi voto, no boto

a conciencia toma, ¡pueblo! esta enseñanza, en esencia.

No a la reelección

pues las leyes olvidan, mientras muchos dormitan

otros en fotos, en cel; veredas, sus obras taquillan

no estado y para colmo sus nombres figuran… (?)

no obstante, pueblo jocoso, ellos escoge

regada la pena, el voto en un bote.

No a la reelección

y recuerda mi pueblo: “el poder no los corrompe”

y como dice escritora, la nuestra afamada…

La dama Rosa María T: “… solo los desmarcara”

el león no puede vegetariano ser, no puede

más vale, mal político por conocer, que ya mal conocido.

No a la reelección

no titubeó, lo digo y siempre lo veo

no hacen nada, a los que tanto se paga.

Por eso, por esto, de terco, te digo

por tanto, yo opino, que es mi elección

del pueblo la decisión… no a la reelección.

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