Las enfermedades cardiovasculares, la primera causa de muerte en el mundo, tienen en la falta de sueño uno de sus principales desencadenantes.
21 noviembre 2022 |
Por ello, dormir poco o sufrir un trastorno del sueño aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas, entre ellas, diabetes, hipertensión y obesidad.
Si los problemas de descanso nocturno no reciben la atención y el tratamiento oportunos, las alteraciones en la salud pueden desembocar en enfermedades cardiovasculares que, en algunos casos, resultan mortales.
¿Alguna vez ha decidido no dormir porque tiene asuntos más importantes que hacer? ¿Suele quitarle horas al descanso nocturno para aprovechar más el tiempo? ¿Considera que sentirse cansado a lo largo del día es normal? Es probable que le parezcan cuestiones triviales, pero si supiera que no descansar lo suficiente le resta horas de vida a su corazón, ¿se daría la tarea de mejorar su sueño?
Los humanos estamos «diseñados» para mantenernos activos de día y descansar de noche. El llamado ritmo circadiano se encarga de ello: este reloj molecular coordina el comportamiento del organismo en respuesta al ciclo de luz y oscuridad y envía señales al cuerpo para adaptar las funciones de los órganos periféricos, entre estos, el corazón. A pesar de ser un gran regulador, ligeras variaciones (por ejemplo, en el estilo de vida, ambientales, anímicas o en la salud) pueden fácilmente alterar el ritmo circadiano.
Por su parte, el sueño constituye una actividad fisiológica indispensable para restaurar el bienestar general del organismo. Su cantidad y calidad resultan fundamentales para la salud: influyen en los procesos cognitivos (la consolidación de la memoria y la concentración, por ejemplo) y psíquicos (como el estado de ánimo). También participa en la regulación de los sistemas inmunitario, endocrino, metabólico y cardiovascular. Pero, en la actualidad, el uso excesivo de luz artificial y pantallas, la falta de hábitos de sueño saludables, los horarios laborales y el consumo de bebidas estimulantes, entre otros factores, están perjudicando nuestro descanso nocturno.
Para considerar que dormimos bien, debemos cumplir varios requisitos: dormir el tiempo suficiente (de 7 a 8 horas por noche, en caso de los adultos) y descansar sin interrupciones durante toda la noche para, a la mañana siguiente, tener la sensación de descanso, un adecuado rendimiento y no presentar síntomas (como somnolencia o irritabilidad) durante el día. Con todo, dormir bien resulta más complicado de lo que parece.
La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia, según la definición presentada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su constitución aprobada en 1948.
Este concepto se amplía a: "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades." En la salud, como en la enfermedad, existen diversos grados de afectación y no debería ser tratada como una variable dicotómica.
Así, se reformularía de la siguiente manera: "La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades”. También puede definirse como el nivel de eficacia funcional o metabólica de un organismo tanto a nivel micro (celular) como a nivel macro (social). En 1992 un investigador amplió la definición de la OMS, al agregar: "y en armonía con el medio ambiente".
Por ello desde Panama On queremos crear este espacio de divulgación cinetífica y que sirva para estar informados con los avances y estudios que se producen a nivel mundial.