Botellas, vasos, envases, platos, cucharas y otros objetos plásticos intervienen en la cadena alimentaria de los seres humanos con consecuencias muy dañinas para la salud.
28 octubre 2018 | Publicado : 28 oct 2018 - 05:49 | Actualizado: 29 oct 2018 - 02:04
Un reciente estudio de las heces de un pequeño grupo de personas de varios países, entre ellos Italia, corrobora la hipótesis del riesgo para el cuerpo humano de ser invadido por microplásticos.
La investigación piloto, realizada por la Universidad Médica de Viena y la Agencia de Medio Ambiente en Austria, incluyó a ocho personas de igual número de países (Finlandia, Italia, Japón, los Países Bajos, Polonia, Rusia, Gran Bretaña y Austria) y antes de evaluar las heces rastreó los alimentos diarios durante una semana.
La presencia de microplásticos se encontró en cada muestra recolectada, en promedio 20 partículas por 10 gramos de heces de nueve tipos de plásticos diferentes con un tamaño de entre 50 y 500 micrómetros (milésimas de un milímetro).
Los más comunes fueron el polipropileno y el tereftalato de polietileno. Este es el primer estudio de su tipo y fue presentado por su autor Philipp Schwabl en la 26 semana de la Unión Europea de Gastroenterología realizada en Viena, quién alertó del riesgo para la salud sobre todo de quienes padecen trastornos gastrointestinales.
La investigación confirmó lo que científicos sospechaban desde hace tiempo: las partículas microplásticas llegan a nuestro intestino. Hasta ahora, detalló Schwabl, los estudios en animales han encontrado en el intestino las más altas concentraciones de esa partículas, pero las más pequeñas son capaces de ingresar al torrente sanguíneo, al sistema linfático e incluso pueden llegar al hígado.
La primera evidencia de su presencia en humanos, alertó el experto, demuestra la necesidad de más estudios para conocer lo que ello implica para la salud humana. Cada año van a dar al mar por las más disímiles vías ocho millones de toneladas de plásticos, muchas de las cuales con el paso del tiempo, la acción del sol, la oxidación, movimientos marinos se reducen a partículas menores de cinco milímetros de diámetros, los microplásticos que contaminan los mares y océanos.
Un reciente estudio mostró también con cierta alarma la presencia de microplásticos en el estómago de casi tres de cada cuatro peces mesopelágicos de aguas profundas, capturados en el Atlántico noroccidental, considerado uno de los más altos a nivel mundial.
El estudio publicado por Frontiers in Marine Science fue realizado en 233 contenidos de tripas de peces de siete especies diferentes de mesopelágicos, correspondientes a los grupos de pelágicos más abundantes en los océanos.
En días pasados el Parlamento Europeo aprobó con 571 votos a favor y 53 en contra una disposición efectiva para el 2021 que prohíbe vender e importar productos de plástico de un solo uso. Con ello todos los estados de la Unión estarán obligados a reciclar el 90 por ciento de las botellas que se pongan en el mercado.
Algunas investigaciones indican que en el 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos y en lo que a la UE respecta es responsable de 500 mil toneladas de ese material vertidos a los mares y océanos cada año por las más diversas formas y vías.
Más del 80 por ciento del plástico que contaminan los ecosistemas marinos son básicamente los productos prohibidos con esta ley como botellas, utensilios desechables, bastoncillos para la limpieza de los oídos, bolsas, entre otros.
La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia, según la definición presentada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su constitución aprobada en 1948.
Este concepto se amplía a: "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades." En la salud, como en la enfermedad, existen diversos grados de afectación y no debería ser tratada como una variable dicotómica.
Así, se reformularía de la siguiente manera: "La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades”. También puede definirse como el nivel de eficacia funcional o metabólica de un organismo tanto a nivel micro (celular) como a nivel macro (social). En 1992 un investigador amplió la definición de la OMS, al agregar: "y en armonía con el medio ambiente".
Por ello desde Panama On queremos crear este espacio de divulgación cinetífica y que sirva para estar informados con los avances y estudios que se producen a nivel mundial.