El científico canadiense Michael Meaney alertó que separar por la fuerza a los niños de sus padres tiene consecuencia negativas para el desarrollo del cerebro y un posible daño irreversible en la salud de los menores.
26 junio 2018 | Publicado : 26 jun 2018 - 02:53 | Actualizado: 26 jun 2018 - 07:48
Cuando se aleja a los padres de los niños, lo que se hace es básicamente acelerar el desarrollo de los sistemas que están destinados a defender el cerebro y el resto del cuerpo contra los factores de estrés, explicó el neurobiólogo de la Universidad McGill en declaraciones a Radio Canadá.
Las declaraciones del también director Científico del Centro Ludmer de Neuroinformática y Salud Mental se suman a las críticas de doctores, psicólogos y científicos del mundo hacia la controversial política antiemigrante estadounidense.
La decisión del presidente Donald Trump de separar a los niños de sus padres indocumentados en la frontera con México ha suscitado el rechazo mundial.
Para Meaney, los progenitores están para atender las principales amenazas y desafíos del hijo, aislando las tensiones de modo que este pueda concentrarse en madurar el cerebro y su capacidad.
De no ocurrir esto, los infantes se encuentran predispuestos a la ansiedad y el miedo, y ven comprometido su desarrollo cognitivo.
Cuando eliminas a los niños de este contexto particular, cuando ese amortiguador ya no está disponible, son obligados a autodefenderse biológicamente, argumentó.
Según el neurobiólogo, la privación de los padres puede comprometer además la salud física de los menores, con mayores riesgos de trastornos metabólicos como la diabetes y la obesidad, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares, afecciones inflamatorias como la artritis e incluso el Alzheimer.
En el caso específico de las niñas, los riesgos pueden ser aún mayores ya que este tipo de estrés impulsa la aparición temprana de la pubertad, lo que aumenta las posibilidades de desarrollar trastornos endocrinos y posiblemente cáncer de mama, añadió.
Lo anterior fue respaldado por la también científica Amy Bombay, quien ha estudiado el impacto del trauma que resultó de la separación forzosa de miles de menores canadienses de sus padres indígenas durante varias décadas del siglo XX, con el fin de inculcarles una educación, religión y hábitos occidentales.
Bombay a ludió a los resultados de estudios con adultos sobrevivientes del sistema de escuelas residenciales para los niños de las Primeras Naciones -comunidades originarias-.
Encontramos que quienes tenían un padre o abuelo que fue a la escuela residencial parecían estar en mayor riesgo de trastornos psicológicos, planes o intentos de suicidio, y esto tanto en los adultos como en los jóvenes, subrayó.
La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia, según la definición presentada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su constitución aprobada en 1948.
Este concepto se amplía a: "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades." En la salud, como en la enfermedad, existen diversos grados de afectación y no debería ser tratada como una variable dicotómica.
Así, se reformularía de la siguiente manera: "La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades”. También puede definirse como el nivel de eficacia funcional o metabólica de un organismo tanto a nivel micro (celular) como a nivel macro (social). En 1992 un investigador amplió la definición de la OMS, al agregar: "y en armonía con el medio ambiente".
Por ello desde Panama On queremos crear este espacio de divulgación cinetífica y que sirva para estar informados con los avances y estudios que se producen a nivel mundial.