Investigadores han demostrado que la acumulación de oxisteroles en la pared arterial está relacionada con cambios en la producción de distintos factores que regulan la función vascular. Estos resultados, publicados en PLoS ONE, podrían abrir nuevas líneas de investigación clínica para la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
26 febrero 2018 |
“Pero más importante aún –apuntan los autores– es que además del colesterol, hemos detectado siete productos derivados de la oxidación del colesterol (oxisteroles). Estos se consideran actualmente como los principales contribuyentes en el desarrollo de aterosclerosis y como un factor de riesgo cardiovascular más importante que el propio colesterol”.
En anteriores publicaciones, el mismo grupo demostró que la dieta suplementada con ω-3 ejerce en animales orquidectomizados efectos antioxidantes y antiinflamatorios, y mejoran el perfil lipídico, resultando todo ello en un efecto cardioprotector frente a las alteraciones vasculares inducidas por la pérdida de hormonas sexuales.
Las enfermedades cardiovasculares presentan una elevada prevalencia en la sociedad actual y constituyen la primera causa de muerte en España
“Con este último estudio hemos demostrado por primera vez la relación existente entre la acumulación de los oxisteroles en la pared arterial y los cambios observados en la producción de distintos factores que regulan la función vascular”, detallan los autores.
Estos resultados obtenidos en investigación básica pueden hacerse extensivos a la clínica, no solo en situaciones con niveles disminuidos de hormonas sexuales, sino también en pacientes que presenten otros factores de riesgo cardiovascular.
Pérdida de hormonas sexuales y riesgo cardiovascular
Aunque entre los principales factores de riesgo cardiovascular destacan la hipertensión, la hipercolesterolemia, la diabetes, el tabaquismo y el sedentarismo, la pérdida de hormonas sexuales también influye de forma muy importante en la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Así, cuando las mujeres llegan a la menopausia aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Actualmente se sabe que este proceso también ocurre, de forma similar, en los hombres. Numerosos estudios epidemiológicos han puesto de manifiesto que la disminución en los niveles plasmáticos de andrógenos (hormonas sexuales masculinas), y en especial de testosterona (la principal hormona sexual masculina), se correlaciona con una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares.
La disminución de esta hormona puede ocurrir de varias formas: de manera natural o fisiológica (andropausia) a medida que el individuo envejece, puede estar relacionada con diferentes patologías del sistema endocrino como el hipogonadismo, o puede aparecer como consecuencia de cierto tratamiento farmacológico del carcinoma de próstata (tumor andrógeno-dependiente) en el que se bloquea la producción y la función de los andrógenos.
Sea cual fuere el origen de la disminución de testosterona, esta situación ejerce un efecto negativo sobre el sistema cardiovascular. El grupo dirigido por Ferrer ha descrito ya en diversas publicaciones previas algunos de los mecanismos mediante los cuales la pérdida de andrógenos ejerce efectos deletéreos sobre el sistema cardiovascular.
Es previsible que el impacto de estas patologías aumente en las próximas décadas debido al envejecimiento de la población
Así, en ratas macho orquidectomizadas (a las que se ha extirpado quirúrgicamente los testículos y presentan niveles muy bajos de andrógenos) se ha descrito un incremento del estrés oxidativo y de sustancias vasoconstrictoras (prostranoides) que disminuyen el efecto vasodilatador de otras sustancias, como el óxido nítrico.
También el perfil lipídico de estos animales se ve afectado, de modo que presentan niveles elevados de colesterol, triglicéridos y lipoproteínas de baja densidad. Además, este desequilibrio en la producción de distintos factores induce una disminución del diámetro de arterias implicadas en la regulación de la presión arterial.
Primera causa de muerte en España
Las enfermedades cardiovasculares, como la enfermedad isquémica del corazón, la enfermedad cerebrovascular y la insuficiencia cardíaca, presentan una elevada prevalencia en la sociedad actual y constituyen la primera causa de muerte en España.
Además, es previsible que el impacto de estas patologías aumente en las próximas décadas debido al envejecimiento de la población. Por ello, el conocimiento de los mecanismos implicados en estos trastornos resulta fundamental para poder aplicar estrategias terapéuticas que consigan su prevención o que aminoren su severidad.
La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia, según la definición presentada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su constitución aprobada en 1948.
Este concepto se amplía a: "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades." En la salud, como en la enfermedad, existen diversos grados de afectación y no debería ser tratada como una variable dicotómica.
Así, se reformularía de la siguiente manera: "La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades”. También puede definirse como el nivel de eficacia funcional o metabólica de un organismo tanto a nivel micro (celular) como a nivel macro (social). En 1992 un investigador amplió la definición de la OMS, al agregar: "y en armonía con el medio ambiente".
Por ello desde Panama On queremos crear este espacio de divulgación cinetífica y que sirva para estar informados con los avances y estudios que se producen a nivel mundial.