Bancos públicos de desarrollo trabajarán una Hoja de Ruta de Financiación Azul

En la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, que se celebrará en Francia en 2025, se presentará información actualizada sobre los avances de esta hoja de ruta. Bajo el lema 'Un llamamiento a la acción positiva en favor de los océanos', esta cooperación ha sido promovida por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo KfW de Alemania y el Banco de Desarrollo de África Occidental (BOAD). La iniciativa contribuirá a mejorar la coordinación entre los bancos públicos de desarrollo para alinear sus intervenciones.

"El océano nos suministra oxígeno para respirar, contribuye a la seguridad alimentaria, a la nutrición y a empleos y medios de vida dignos. Ahora bien, las actividades de explotación no sostenibles, la contaminación por productos químicos y plásticos y la crisis climática, con sus repercusiones en la temperatura y la acidificación de los océanos, amenazan a las especies y los ecosistemas marinos de todo el mundo", reza la declaración. "Así pues, la protección y el uso sostenible de los océanos son fundamentales para alcanzar un desarrollo sostenible y erradicar la pobreza. El mundo necesita urgentemente abordar estos problemas e invertir a gran escala en soluciones para proteger los océanos".

La Hoja de Ruta de la Financiación Azul reunirá los conocimientos y la experiencia de todas las inversiones en los océanos llevadas a cabo por las organizaciones participantes, garantizará la rendición de cuentas e identificará deficiencias de financiación pendientes de solución y oportunidades de financiación realistas. La cooperación debería contribuir a garantizar una ambición renovada por parte de los bancos públicos de desarrollo en lo que respecta a una economía azul sostenible, prosigue la declaración.

Los bancos de desarrollo pueden contribuir a la biodiversidad y a una economía azul sostenible financiando la reducción de la contaminación oceánica con infraestructuras de aguas residuales, aguas pluviales y residuos sólidos, pero también invirtiendo en zonas marinas protegidas, puertos ecológicos, transporte marítimo más ecológico, energías oceánicas renovables, economía circular y sectores emergentes como la acuicultura sostenible, incluidas las algas y la maricultura, las biotecnologías azules, los datos oceánicos, la restauración y la captura de carbono azul.

En la declaración, se hace igualmente hincapié en que los bancos públicos deben atenerse al principio de "no causar daños", siguiendo la directriz de la Iniciativa de Financiación de la Economía Azul Sostenible, auspiciada por la ONU, y no comprometer los servicios ecosistémicos del capital natural azul. Además, se anima a estos bancos a esforzarse por adoptar un enfoque proactivo "haciendo el mayor bien posible". Esto se traduce en contribuciones significativas a la acción por el clima, la protección de la biodiversidad y el fomento de medios de vida sostenibles.