Los países de bajos ingresos tienen muchas más probabilidades de verse afectados tanto por la contaminación tóxica como por el cambio climático, señaló un estudio publicado en la revista estadounidense PLOS ONE.
24 julio 2021 |
De acuerdo con la indagación, el tercio de naciones con mayor riesgo representa más de dos tercios de la población mundial y se concentra geográficamente en territorios de bajos ingresos de África y el sudeste asiático.
La investigación realizada por expertos de la universidad de Notre Dame, en Indiana, analizó tres conjuntos de datos públicos de 176 países como el índice de Adaptación Global de ese propio centro, el de Desempeño Ambiental de la universidad de Yale, y la Alianza Global sobre Salud y Contaminación.
De esta forma, descubrieron que existe una relación 'estadísticamente significativa' entre la distribución espacial del riesgo climático global y la contaminación tóxica.
Asimismo, explicaron que el cambio climático y la contaminación tóxica interactúan para crear problemas agravados, como el aumento de las temperaturas, lo cual puede incrementar las enfermedades y muertes relacionadas; así como la toxicidad de los contaminantes ambientales.
A ello se suma que los factores demográficos, ecológicos y sociales están interconectados y demuestran patrones más amplios de desigualdad.
Los investigadores reseñaron que las condiciones estructurales locales como una capacidad relativamente baja de política ambiental, así como elementos externos relacionados con las empresas extranjeras que se aprovechan de la reducción de la regulación ambiental desempeñan un papel en la exacerbación de los riesgos en naciones pobres.
El documento resalta que para abordar ampliamente los impactos del cambio climático en países pobres se necesitan evaluaciones más precisas al interior de cada Estado y sugirió un enfoque a profundidad para los responsables políticos de todo el mundo.
Nuestra Visión
Si se los compara con otros biomas, los humedales hacen una contribución significativamente alta a la biodiversidad mundial. Sin embargo, la tasa de pérdida y deterioro de los humedales se está acelerando en muchas regiones del mundo. Las acciones para la conservación y uso racional de los humedales pueden hacer una contribución significativa a la conservación de la biodiversidad, al desarrollo sostenible y la mitigación de la pobreza, mediante la salvaguarda de las especies que dependen de los humedales, de recursos hídricos de mucho valor, y de otros productos y servicios de los humedales.
Creemos que el bienestar espiritual, físico, cultural y económico de la gente depende de la salvaguarda y restauración de los humedales a nivel mundial. Consideramos que se le debe otorgar una mayor preeminencia a su conservación y uso racional como una contribución al desarrollo sostenible. Son necesarias una mejor gobernanza y acciones concertadas por parte de todos los sectores sociales, desde el nivel mundial al local, para mantener los humedales y su variedad de valores y servicios, para las generaciones presentes y futuras.
Nuestra visión a largo plazo es que los humedales y los recursos hídricos se conservan y gestionan teniendo en cuenta toda la gama de sus valores y servicios, para beneficio de la biodiversidad y del bienestar humano.
Valores básicos
En el trabajo a través de todas nuestras oficinas y con nuestros asociados mantenemos los siguientes valores básicos:
Nuestro trabajo tiene validez a nivel mundial
Nuestro trabajo tiene sólidas bases científicas e incorpora el conocimiento tradicional
Trabajamos mediante asociaciones y con una amplia gama de distintos sectores
Respetamos los valores tradicionales
Trabajamos de manera transparente y rendimos cuenta de lo que hacemos.
Julio Montes de Oca, Jefe de la Oficina Regional en Panamá