Gran parte del mundo sigue siendo adicto al carbón, incluso a pesar de que el cambio climático “amenaza la viabilidad de las sociedades humanas”, dijo el viernes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, apuntando en particular a las naciones asiáticas por su uso continuado del combustible fósil.
12 octubre 2019 |
“No nos equivoquemos, enfrentamos una crisis urgente”, dijo Guterres en la cumbre organizada en la capital danesa por la red de ciudades C40.
“El cambio climático se está moviendo más rápido que nosotros, superando las proyecciones del peor de los casos”, agregó.
Los países deberían reducir sus emisiones de calentamiento del planeta en al menos un 45% para 2030 y volverse “climáticamente neutrales” para 2050 para estabilizar el calentamiento a 1,5 grados Celsius por encima de los tiempos preindustriales, el límite inferior establecido por casi 200 países en el Acuerdo de París de 2015, dijo Guterres.
No obstante, la acción gubernamental se está quedando atrás, agregó.
“Los planes nacionales actuales de acción climática no nos acercan a estos objetivos. Estamos en camino de un aumento catastrófico de 3 grados o más. Esto sería devastador para la humanidad”, afirmó.
Al menos 70 países anunciaron planes el mes pasado en una cumbre de acción climática de la ONU para reforzar sus compromisos de París y reducir las emisiones, pero la mayoría de las principales economías, incluidos Estados Unidos y China, no anunciaron nuevas medidas más fuertes.
“Todavía tenemos grandes partes del mundo con una adicción al carbón”, dijo Guterres, agregando que hay planificado “un número absolutamente inaceptable” de nuevas centrales eléctricas de carbón, sobre todo en el continente asiático.
Asia-Pacífico, que alberga a dos tercios de la población mundial, está experimentando un aumento de la urbanización, la población y el crecimiento económico, poniendo en aprietos a muchos países que buscan formas de proporcionar suficiente energía eléctrica al tiempo que deben cumplir sus promesas de reducir las emisiones.
El carbón barato producido a nivel local abunda en la región, que está resistiendo la tendencia global hacia la búsqueda de alternativas más limpias que la quema de combustibles fósiles, que emiten gases de efecto invernadero que los científicos dicen que está calentando el planeta.
Guterres ya había pedido antes el fin de la construcción de plantas de carbón a partir de 2020, ir abandonando los subsidios a los combustibles fósiles y un cambio rápido hacia fuentes de energía renovables como la solar y la eólica.
“Tenemos el conocimiento, la tecnología y los recursos para abordar la emergencia climática (…) lo que aún falta en muchos niveles es la voluntad política”, dijo Guterres en Copenhague.
Los líderes de más de 90 ciudades, que representan a más de 700 millones de personas y una cuarta parte de la economía mundial, están reunidos en la capital danesa para impulsar la acción climática.
El C40 dijo que 30 de las ciudades más grandes del mundo, que representan a más de 58 millones de residentes -desde Austin a Venecia-, ya habían alcanzado su punto máximo de emisiones y desde entonces las habían reducido en un promedio del 22%.
La reunión se realizó mientras los manifestantes contra el cambio climático salían a las calles desde Reino Unido a Nueva Zelanda, en dos semanas de desobediencia civil pacífica.
“Hoy podemos ver a los negocios, las ciudades y la sociedad moviéndose más rápido que los gobiernos”, dijo Guterres.
“Por lo tanto, es muy importante seguir presionando lo más posible a los gobiernos para asegurarse de que (…) acepten nuestro objetivo de carbono neutral para 2050”, agregó.
Nuestra Visión
Si se los compara con otros biomas, los humedales hacen una contribución significativamente alta a la biodiversidad mundial. Sin embargo, la tasa de pérdida y deterioro de los humedales se está acelerando en muchas regiones del mundo. Las acciones para la conservación y uso racional de los humedales pueden hacer una contribución significativa a la conservación de la biodiversidad, al desarrollo sostenible y la mitigación de la pobreza, mediante la salvaguarda de las especies que dependen de los humedales, de recursos hídricos de mucho valor, y de otros productos y servicios de los humedales.
Creemos que el bienestar espiritual, físico, cultural y económico de la gente depende de la salvaguarda y restauración de los humedales a nivel mundial. Consideramos que se le debe otorgar una mayor preeminencia a su conservación y uso racional como una contribución al desarrollo sostenible. Son necesarias una mejor gobernanza y acciones concertadas por parte de todos los sectores sociales, desde el nivel mundial al local, para mantener los humedales y su variedad de valores y servicios, para las generaciones presentes y futuras.
Nuestra visión a largo plazo es que los humedales y los recursos hídricos se conservan y gestionan teniendo en cuenta toda la gama de sus valores y servicios, para beneficio de la biodiversidad y del bienestar humano.
Valores básicos
En el trabajo a través de todas nuestras oficinas y con nuestros asociados mantenemos los siguientes valores básicos:
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Nuestro trabajo tiene sólidas bases científicas e incorpora el conocimiento tradicional
Trabajamos mediante asociaciones y con una amplia gama de distintos sectores
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Trabajamos de manera transparente y rendimos cuenta de lo que hacemos.
Julio Montes de Oca, Jefe de la Oficina Regional en Panamá