Un trabajo internacional concluye que los árboles más grandes y altos son más vulnerables a la sequía porque forman conductos más anchos. Hasta ahora, esta mortalidad selectiva, que se produce a nivel global, se asociaba a adaptaciones al clima.
15 julio 2018 | Publicado : 13 jul 2018 - 08:54 | Actualizado: 15 jul 2018 - 03:10
Un equipo internacional con participación de investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología, centro perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha descubierto que una de las claves está relacionada con el diámetro de los conductos que forman. Los detalles del trabajo aparecen publicados en el último número de la revista PNAS.
“Nuestra investigación demuestra que este fenómeno es común a todas las regiones y en todos los bosques”, explica Antonio Gazol
Los árboles transportan agua y nutrientes desde las raíces hasta las hojas a través de un complejo sistema de conductos, las cañerías del árbol, en el que destacan los vasos del xilema. En el caso de las plantas más grandes y de mayor altura, estos vasos tienen el diámetro más ancho para mantener la eficiencia en el transporte del agua y los nutrientes.
“Hemos descubierto que plantas más grandes producen vasos o conductos de diámetro más ancho que permiten mantener la eficiencia en el transporte de agua y nutrientes. Sin embargo, los conductos más anchos son más vulnerables a la formación de embolias como consecuencia de la sequía y, si son intensas, pueden secar hojas y ramas matando a todo el árbol”, explica el investigador del CSIC Jesús Julio Camarero, del Instituto Pirenaico de Ecología.
Hasta ahora, tanto el tamaño de los vasos como la mortalidad se relacionaban principalmente con adaptaciones al clima. “Nuestra investigación demuestra que este fenómeno es común a todas las regiones y en todos los bosques puede haber mortalidad por la sequía en árboles altos que formen vasos grandes”, sostiene el investigador del CSIC Antonio Gazol, otro de los autores del trabajo.
Mortalidad “preocupante”
El estudio -liderado por el Instituto de Biología de la Universidad Autónoma de México (Ciudad de México) y en el que han participado científicos de 14 instituciones de Australia, Brasil, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Italia, México y Nueva Caledonia- se ha llevado a cabo con 537 especies de árboles y arbustos de distintas zonas climáticas.
La pérdida de los árboles más altos afecta desproporcionadamente al funcionamiento de los bosques en relación al cambio climático
Los científicos del Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC, el único grupo español que ha participado, han aportado muestras y datos de árboles y arbustos procedentes de zonas templadas (Bertiz, en Navarra) y de alta montaña (Panticosa, en Huesca).
Según los investigadores, la mortalidad de los árboles más altos es “especialmente preocupante” porque son ejemplares monumentales y emblemáticos que acumulan y retienen mucha cantidad de carbono procedente de la atmósfera. Por lo tanto, la pérdida de los árboles más altos “afecta desproporcionadamente al funcionamiento de los bosques en relación al cambio climático”.
Los hallazgos publicados en PNAS ofrecen una base necesaria para predecir y prevenir daños a los bosques ante los climas cada vez más cálidos y secos, que supondrán un nuevo reto para muchos árboles y bosques.
Nuestra Visión
Si se los compara con otros biomas, los humedales hacen una contribución significativamente alta a la biodiversidad mundial. Sin embargo, la tasa de pérdida y deterioro de los humedales se está acelerando en muchas regiones del mundo. Las acciones para la conservación y uso racional de los humedales pueden hacer una contribución significativa a la conservación de la biodiversidad, al desarrollo sostenible y la mitigación de la pobreza, mediante la salvaguarda de las especies que dependen de los humedales, de recursos hídricos de mucho valor, y de otros productos y servicios de los humedales.
Creemos que el bienestar espiritual, físico, cultural y económico de la gente depende de la salvaguarda y restauración de los humedales a nivel mundial. Consideramos que se le debe otorgar una mayor preeminencia a su conservación y uso racional como una contribución al desarrollo sostenible. Son necesarias una mejor gobernanza y acciones concertadas por parte de todos los sectores sociales, desde el nivel mundial al local, para mantener los humedales y su variedad de valores y servicios, para las generaciones presentes y futuras.
Nuestra visión a largo plazo es que los humedales y los recursos hídricos se conservan y gestionan teniendo en cuenta toda la gama de sus valores y servicios, para beneficio de la biodiversidad y del bienestar humano.
Valores básicos
En el trabajo a través de todas nuestras oficinas y con nuestros asociados mantenemos los siguientes valores básicos:
Nuestro trabajo tiene validez a nivel mundial
Nuestro trabajo tiene sólidas bases científicas e incorpora el conocimiento tradicional
Trabajamos mediante asociaciones y con una amplia gama de distintos sectores
Respetamos los valores tradicionales
Trabajamos de manera transparente y rendimos cuenta de lo que hacemos.
Julio Montes de Oca, Jefe de la Oficina Regional en Panamá