Funcionarios del Ministerio de Salud (MINSA), a través de la Unidad de Ozono (UNO) y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), realizan el Lanzamiento del Plan de Gestión para la Eliminación de Hidroclorofluorocarbonos (HCFC) en Panamá, el cual se encuentra en su Segunda Etapa.
23 marzo 2018 |
Desde 1987, más de 150 países ratificaron el Protocolo de Montreal; tratado internacional diseñado para proteger la capa de ozono mediante la regulación y eliminación de sustancias que la afectan, como los clorofluorocarbonos (CFC) y los Hidroclorofluorocarbonos (HCFC).
En este importante evento, el Secretario General del MINSA, Dr. Javier López, mencionó que “el éxito logrado por el protocolo de Montreal lo ha convertido en un ejemplo excepcional internacional, un modelo que demuestra como las naciones pueden cooperar en búsqueda del bien común resolviendo problemas ambientales globales y mejorando la calidad de vida de la población a nivel mundial”.
Asimismo, el Dr. López destacó que “el Estado panameño se ha constituido en parte activa de este esfuerzo al aprobar el protocolo de Montreal en 1989, lográndose en la Primera Etapa de Gestión de Eliminación de los Hidrocloroflurocarburos, el congelamiento del consumo en el 2013 y cumplió con la meta de reducción del 10% de la línea base en el 2015”.
Agregó además que los logros alcanzados en el país son el resultado del trabajo conjunto entre actores institucionales, asociaciones de industriales de empresas del sector de refrigeración y aire acondicionado y la población en general.
“Es esencial reconocer el rol que desempeña el Sistema de Naciones Unidas a través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como aliado estratégico del Estado panameño, al brindarnos cooperación y la asistencia técnica necesaria para la consecución de nuestras metas en esta materia”, resaltó el Secretario General del MINSA.
Nuestra Visión
Si se los compara con otros biomas, los humedales hacen una contribución significativamente alta a la biodiversidad mundial. Sin embargo, la tasa de pérdida y deterioro de los humedales se está acelerando en muchas regiones del mundo. Las acciones para la conservación y uso racional de los humedales pueden hacer una contribución significativa a la conservación de la biodiversidad, al desarrollo sostenible y la mitigación de la pobreza, mediante la salvaguarda de las especies que dependen de los humedales, de recursos hídricos de mucho valor, y de otros productos y servicios de los humedales.
Creemos que el bienestar espiritual, físico, cultural y económico de la gente depende de la salvaguarda y restauración de los humedales a nivel mundial. Consideramos que se le debe otorgar una mayor preeminencia a su conservación y uso racional como una contribución al desarrollo sostenible. Son necesarias una mejor gobernanza y acciones concertadas por parte de todos los sectores sociales, desde el nivel mundial al local, para mantener los humedales y su variedad de valores y servicios, para las generaciones presentes y futuras.
Nuestra visión a largo plazo es que los humedales y los recursos hídricos se conservan y gestionan teniendo en cuenta toda la gama de sus valores y servicios, para beneficio de la biodiversidad y del bienestar humano.
Valores básicos
En el trabajo a través de todas nuestras oficinas y con nuestros asociados mantenemos los siguientes valores básicos:
Nuestro trabajo tiene validez a nivel mundial
Nuestro trabajo tiene sólidas bases científicas e incorpora el conocimiento tradicional
Trabajamos mediante asociaciones y con una amplia gama de distintos sectores
Respetamos los valores tradicionales
Trabajamos de manera transparente y rendimos cuenta de lo que hacemos.
Julio Montes de Oca, Jefe de la Oficina Regional en Panamá