El cambio climático ha adelantado la salida de flores y hojas y ha reducido el número de días al año que hiela. En consecuencia, el periodo de crecimiento de las plantas durante el año se ha alargado, y eso las expone más a las heladas en esta etapa sensible para ellas. Así lo revela un nuevo estudio que advierte que esto podría perjudicar la actividad de las plantas y provocar pérdidas importantes en los cultivos.
15 febrero 2018 | Publicado : 14 feb 2018 - 10:45 | Actualizado: 15 feb 2018 - 03:24
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El cambio climático ha adelantado la salida de flores y hojas y ha reducido el número de días al año que hiela. En consecuencia, el periodo de crecimiento de las plantas durante el año se ha alargado, y eso las expone más a las heladas en esta etapa sensible para ellas. Así lo revela un nuevo estudio que advierte que esto podría perjudicar la actividad de las plantas y provocar pérdidas importantes en los cultivos.
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SINC | | 14 febrero 2018 11:08
Un mosaico de paisajes bajo la escarcha invernal. / Carles Batlles
Un mosaico de paisajes bajo la escarcha invernal. / Carles Batlles
No es extraño oír que cuando los almendros o árboles frutales cambian la fenología y florecen antes de tiempo, las heladas de marzo pueden ser catastróficas. El cambio climático ha adelantado la salida de flores y hojas en los últimos 30 años, por lo que en Europa las plantas tienen que soportar más días al año con heladas durante su temporada de crecimiento, tras la inactividad del invierno.
El hecho de que las flores y las hojas broten más temprano (incluso antes del inicio de la primavera) y que su actividad se pare más tarde (casi en invierno) hace que se expongan más a posibles heladas. "Hemos visto que las regiones más afectadas son aquellas donde más se ha dilatado el periodo de actividad de las plantas, ya que están más expuestas a sufrir sobre todo las heladas primaverales", comenta Josep Peñuelas, investigador del CSIC en el CREAF y uno de los autores de un estudio publicado en Nature Communications.
Durante esta etapa de crecimiento sensible para ellas, las plantas deben afrontar ahora tres días más con heladas que hace 30 años
Durante las tres últimas décadas, el total de días a lo largo del año con temperaturas por debajo de los 0 ºC se ha ido reduciendo progresivamente. En general, en Europa las plantas han avanzado su actividad en el calendario, y durante esta etapa de crecimiento sensible para ellas deben afrontar ahora tres días más con heladas que hace 30 años. Son 'nuevas' heladas concentradas sobre todo en la del inicio de la primavera, coincidiendo con una floración y salida de hojas prematuras.
Contrariamente, en Asia y buena parte de América del Norte, en los últimos 30 años se ha reducido el número de días en los que las plantas sufren heladas durante su periodo de crecimiento. Esto se explica porque, a pesar de que también se ha dilatado el periodo de actividad como en Europa, el calentamiento del clima ha reducido mucho el número de días al año que hiela.
Sin embargo, ha habido episodios donde el adelanto de la temporada de crecimiento ha tenido efectos muy negativos en estas regiones. "En 2007 hubo una semana de heladas primaverales en el centro y el este de Estados Unidos. Esto hizo que cultivos que habían empezado a crecer y a florecer antes de tiempo redujeran su producción un 19% el trigo, un 75% los melocotones, y un 66% las manzanas y las nueces, con pérdidas económicas por valor de 2.000 millones de dólares", explica Peñuelas.
El estudio se ha realizado para latitudes superiores a los 30º en el hemisferio norte, a partir de datos obtenidos por satélite, observaciones fenológicas en el campo y un registro de temperaturas desde 1982 a 2012.
Nuestra Visión
Si se los compara con otros biomas, los humedales hacen una contribución significativamente alta a la biodiversidad mundial. Sin embargo, la tasa de pérdida y deterioro de los humedales se está acelerando en muchas regiones del mundo. Las acciones para la conservación y uso racional de los humedales pueden hacer una contribución significativa a la conservación de la biodiversidad, al desarrollo sostenible y la mitigación de la pobreza, mediante la salvaguarda de las especies que dependen de los humedales, de recursos hídricos de mucho valor, y de otros productos y servicios de los humedales.
Creemos que el bienestar espiritual, físico, cultural y económico de la gente depende de la salvaguarda y restauración de los humedales a nivel mundial. Consideramos que se le debe otorgar una mayor preeminencia a su conservación y uso racional como una contribución al desarrollo sostenible. Son necesarias una mejor gobernanza y acciones concertadas por parte de todos los sectores sociales, desde el nivel mundial al local, para mantener los humedales y su variedad de valores y servicios, para las generaciones presentes y futuras.
Nuestra visión a largo plazo es que los humedales y los recursos hídricos se conservan y gestionan teniendo en cuenta toda la gama de sus valores y servicios, para beneficio de la biodiversidad y del bienestar humano.
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En el trabajo a través de todas nuestras oficinas y con nuestros asociados mantenemos los siguientes valores básicos:
Nuestro trabajo tiene validez a nivel mundial
Nuestro trabajo tiene sólidas bases científicas e incorpora el conocimiento tradicional
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Respetamos los valores tradicionales
Trabajamos de manera transparente y rendimos cuenta de lo que hacemos.
Julio Montes de Oca, Jefe de la Oficina Regional en Panamá