Todo aquel que trabaja en una oficina sabe de la batalla entre hombres y mujeres de la que nadie habla: la batalla por el termostato. Esta vieja guerra, que por lo general tiene como principal víctima a las féminas, no es solo un tema de comodidad para ellas, según un nuevo estudio también afecta su productividad.
28 mayo 2019 |
Los investigadores analizaron los resultados de más de 500 estudiantes universitarios, los cuales tenían que resolver problemas aritméticos simples (sin calculadora), y debían reacomodar un conjunto de letras para formar tantas palabras como pudieran, con un límite de tiempo en una habitación con temperaturas que oscilaban de los 16 a los 32 grados.
"Si las temperaturas están frías, los hombres son mucho mejores que las mujeres. Sin embargo, cuando la temperatura se eleva, la brecha de género desaparece", señaló Kajackaite, investigadora de economía del comportamiento en el Centro de Sociología WZB Berlín en Alemania, al The New York Times.
Por cada incremento de un grado, los puntajes en aritmética de las mujeres aumentaron un 1,76%. Además, a medida que la temperatura se elevaba, las mujeres incrementaban el número de problemas que estaban resolviendo, eran más productivas.
Sin embargo, el aire acondicionado de las oficinas a menudo se fija a una temperatura que las mujeres consideran como fría. Por lo que no es inusual ver a las colegas con bufandas y chaquetas, mientras que los hombres lucen sus camisas sin mayor preocupación.
La fórmula para fijar la temperatura en los lugares de trabajo fue desarrollada en la década de los 60 del siglo pasado por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos, que recomendó que los empleadores mantengan el termostato entre 20 ºC y 24,5 ºC.
Un estudio de 2015 publicado por la revista Nature señala que temperatura tiene su origen, entre otras variables, en "la tasa metabólica de un hombre promedio y puede sobrestimar al metabolismo femenino hasta en un 35%".
Por lo que se puede afirmar con toda seguridad que la temperatura establecida está pensada en el confort del hombre y no en el de la mujer. No obstante, este nuevo estudio pone el énfasis no en la comodidad, sino en la productividad.
Incluso, los autores del artículo señalan "que los lugares de trabajo con personas de ambos géneros pueden aumentar la productividad al ajustar el termostato por encima de los estándares actuales".
“Una de las más frecuentas y silenciosas formas de violación de los derechos humanos es la violencia de género”, la discriminación hacia la mujer es parte de la discriminación que los “fuertes” ejercen con los “débiles” en defensa de sus privilegios.
Unos privilegios que a lo largo de la historia se han pretendido justificar con “razones” étnicas, de sexo o de mérito; pero hoy sabemos que no tienen fundamento alguno y que generan desequilibrios perjudiciales para todos.
Por todo ello desde PanamaON queremos poner en marcha este espacio donde resaltar todos aquellos hechos noticiosos que ayuden a romper los esterotipos, fomentar medidas encaminadas a promover principios de empoderamiento de las mujeres, resaltar roles proactivos, dar naturalidad a la participación y liderazgo de la mujer, contar acciones que cambien la mentalidad de la sociedad, y fomentar la igualdad entre hombres y mujeres.