Un hombre gritando clemencia por el irresistible dolor de sus piernas atrapadas entre dos maderos, mientras la muchedumbre asistía en silencio al castigo, pudiera recordar la inquisición o las ejecuciones públicas de la Edad Media.
28 marzo 2017 | Publicado : 28 mar 2017 - 11:16 | Actualizado: 28 mar 2017 - 11:18
Pero eso sucede por estos días y sus protagonistas son miembros de la etnia Ngabe Buglé, en Panamá, lo que generó una controversia pública entre autoridades indígenas, quienes lo consideran 'justicia', y detractores del artefacto, que lo califican de 'tortura'.
Recientes vídeos llegados hasta los medios de difusión mostraron a conocidas figuras y líderes comarcales rogando compasión mientras un público integrado por hombres, mujeres y niños de la comunidad, asistía al espectáculo en silencio, a sabiendas que era la sanción por una falta grave.
Las opiniones contrarias generaron reacciones de autoridades tradicionales de la etnia, quienes exigieron respeto a las decisiones adoptadas por la mayoría de la población indígena, especialmente en sus métodos ancestrales de castigo, los cuales aseguraron que forman parte de su cultura y disciplina social comunitaria.
Higinio Salinas, presidente de la Comisión de Asuntos Legales del Congreso General NgÃñbe Buglé, señaló que el cepo es una tradición milenaria, una herencia ancestral y que el código procesal penal faculta a autoridades indígenas para administrar su propia justicia.
Bernardo Sittón, asesor de la dirigencia tradicional indígena, descartó que se trate de acciones ilegales, porque el propio Código de Procedimiento Legal lo acepta como método alterno de castigo ancestral indígena.
Resaltó que aspectos relacionados con los derechos humanos o de privación de libertad en la aplicación del castigo, deben analizarse en escenarios fuera de la jurisdicción cultural comarcal.
Sin embargo, la ley bajo la cual se crearon las regiones originarias panameñas, solo refiere en uno de sus artículos: 'La administración de justicia, en la Comarca, se ejercerá de acuerdo con la Constitución Política y la Ley, teniendo en cuenta la realidad cultural del área y de acuerdo con el principio de la sana crítica'.
Los indígenas consideran que tales métodos redujeron los delitos en sus territorios, mientras aseguraron que en el resto del país se percibe una violencia delincuencial que perjudica seriamente la seguridad del país.
Al adentrarse en sus aldeas, los llegados de otras culturas advierten que en su mayoría las chozas carecen de puertas y cualquier tipo de seguridad, al igual que los bienes personales, por lo que el robo es uno de los delitos más castigados en esas comunidades.
Si el instrumento de castigo fue importado por la colonización europea o es de uso milenario por los pueblos del continente, también se debate al calor de la justeza de su empleo, pero evidencias históricas reportan existencia en lugares lejanos a las tierras americanas.
Incluso hasta se hacen referencias al mismo en versículos de los libros bíblicos Job, Jeremías y Hechos, lo que unido a la historia de los castigos similares en épocas de la esclavitud, refuerzan el criterio de que pudo originarse en otras latitudes.
El cepo era un castigo que ejecutaba la Santa Inquisición para castigar la herejía, y fue adoptado por los pueblos indígenas, afirmó el abogado Arecio Valiente, también integrante de la etnia.
Sin comprometerse con la justeza o no de tales métodos, consideró que el castigo del cepo ha sido efectivo, porque 'casi no se registran casos de homicidio o robo', aunque reconoció que lo más difícil es controlar los delitos asociados al tráfico de drogas.
Para la cultura occidental tales prácticas son inadmisibles, pero acatan como necesaria la privación de libertad en cárceles -afirmó-, en cambio, los indígenas rechazan la prisión como condena.
'El cepo no es una tortura, es un castigo tradicional que data de miles de años, y esta no es la primera vez que se aplica ', señaló Salinas, quien defendió la sanción como algo 'normal' dentro de su antiquísima cultura.
Los choques, incomprensiones y rechazos por costumbres indígenas heredadas de sus antepasados, forman actualmente parte integral de los debates por el respeto a esos pueblos que poblaron Nuestra América antes de la llegada de la 'civilización europea'.
Por tanto, justicia o castigo, el uso del cepo pasa por interpretar lo que para ellos resulta 'su cosmovisión', que traducida al español comprensible es la filosofía de vida de generaciones para quienes los valores no descansan en metales, piedras preciosas o papel moneda, sino en virtudes que tallan en la moral humana.
Comarca Ngäbe-Buglé.
Comarca Ngäbe-BugléSu capital Llano Tugrí.
Habitantes: 154 355 habitantes (censo 2010).
Extensión: 6 959 km².
Publicadas por maria cordoba a la/s 22:20