Supervisan huertos familiares en biocomunidades en Darién y Comarca Emberá Wounaan

Esta acción, que beneficia a unas 25 familias, está enfocada en mejorar la nutrición, seguridad alimentaria y economía de las familias con carencias por acceso a la alimentación en áreas vulnerables.

El personal del DAS constató que estas familias están recibiendo los beneficios de estos huertos para garantizar su alimentación y en proyectos de emprendimiento a través de la producción avícola y el cultivo de vegetales como pepinos y tomates, entre otros.

Adicional, unas 8 familias de la comunidad han sido beneficiadas con proyectos de emprendimiento apoyados con fondos del programa Capital Semilla que ejecuta la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, AMPYME, como parte del esfuerzo en conjunto que realiza Biocomunidad con las instituciones de gobierno para enfrentar la pobreza y la pobreza extrema en las 14 comunidades identificadas por el Mapa de Pobreza del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) como las de mayores niveles de vulnerabilidad en el país.

Otros 130 huertos familiares, con prácticas de cultivo sostenible, fueron supervisados en la comunidad de Marragantí, la Comarca Emberá Wounaan, que generan beneficios para unas 65 familias de escasos recursos económicos.

De este proyecto también se benefician moradores de las comunidades de Nuevo Vigía, Villa Caleta y Peñita con la compra de estos productos a bajo costo para mejorar su dieta.

Macbany Gónzalez, del equipo de Biocomunidad, dijo que este proyecto de huertos familiares, que incluye programas de capacitación, ha cambiado la vida de cientos de familias de escasos recursos al permitirles producir los alimentos para su consumo diario y al mismo tiempo mejorar sus ingresos familiares.

El Despacho de la Primera Dama, que impulsa desde el 2014 el programa de Biocomunidad que en la actualidad está bajo la Secretaría Técnica del Gabinete Social, del cual la Primera Dama es asesora ad honorem, entregó una nevera para almacenar alimentos y beneficiar a unos 150 estudiantes de la escuela de Cémaco y otra para guardar medicamentos en el puesto de salud de la comunidad de Taimatí donde unas mil personas reciben atención médica.

“Estamos contribuyendo al desarrollo de capacidades de estas familias y a impulsar su economía familiar pero de manera sostenible", agregó.

También se entregó un congelador para el comedor escolar de Río Tuqueza y un tanque de reserva para abastecer de agua a la comunidad mientras el Ministerio de Salud (MINSA) construye el acueducto rural.

Cémaco, con 413 habitantes y Marragantí con 600, son dos de las 14 biocomunidades donde más de 13 mil personas reciben los beneficios de este programa que tiene como propósito enfrentar la pobreza y la pobreza extrema, de manera integral, en las áreas más vulnerables del país.