Unos 27 estudiantes que participan de los servicios, recursos y apoyos del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE) en la Extensión de Chiriquí, pertenecientes a áreas de difícil acceso, fueron beneficiados con la entrega de cuadernillos al igual que diversos módulos de actividades desarrolladas por docentes especiales a fin de contribuir con la formación de estos alumnos que no reciben la educación virtual por razones obvias.
08 octubre 2020 |
“Nosotros realizamos la entrega de los cuadernillos que nos fueron enviados desde el IPHE sede en Panamá, así como también módulos de trabajos realizados por los docentes atendiendo a las necesidades particulares de cada estudiante”, explicó la profesora Tulvia de Cabrera, supervisora nacional de Educación Especial.
La supervisora nacional detalló que también se hizo entrega de materiales didácticos, tales como: libros de colorear, témpera, lápices de colores, crayolas, gomas y masillas, entre otros insumos, que facilitarán el aprendizaje del alumno, trabajando desde el hogar.
“Igualmente, entregamos bolsas con alimentos y cajas con agua embotellada para cada estudiante y sus familias, como parte del apoyo solidario de la institución a estas personas de escasos recursos y que además viven en áreas de difícil acceso”, comentó la docente.
La profesora de Cabrera, dijo que entre los planteles visitados están el Centro Educativo Básico General Hato July y el Centro Educativo Básico de Soloy, destacando, que hubo estudiantes que no lograron llegar a estos centros educativos para recibir los materiales y donaciones.
“Al percatarnos que no estaban presentes todos los alumnos y sus acudientes, se procedió a la entrega casa por casa, a fin de que todos los estudiantes lograran obtener tantos los materiales de trabajo, así como sus respectivas bolsas con alimentos no perecederos”, enfatizó la docente.
Las entregas estuvieron encabezadas por la profesora Tulvia de Cabrera, supervisora nacional de Educación, quien estuvo acompañada por la docente especial Teresa Salazar, gestora de esta noble iniciativa, quien se encargó de coordinar la logística de alimentación y distribución de los insumos y alimentos junto con el chofer institucional.
La extensión del IPHE en Chiriquí cuenta con una matrícula de 1,230 estudiantes, de los cuales han sido contactos 1,029 en la actualidad.
Provincia de Chiriqui
Chiriquí significa ‘valle de la Luna’ para los indígenas ngäbe-buglé. Según Phillip Young, el nombre del pueblo guaymí, aparece mencionado por primera vez en las Crónicas de Fernando Colón, quien relata el cuarto viaje de Cristóbal Colón por las costas caribeñas del istmo, en 1502. Según los cronistas españoles, los aborígenes llamaban a esta región Chiriquí o Cheriqué, vocablo que significa ‘valle de la Luna’. Según el historiador Ernesto J. Castillero, la primera vez que se menciona el nombre Chiriquí en un documento es en la Relación, de Gil González Dávila, quien en 1522 recorrió la costa panameña del Pacífico.
Chiriquí tiene una superficie de 6547,7 km². Tiene algunos ríos como el Palo Alto, Caldera, Chiriquí Nuevo, Chiriquí Viejo, Los Valles, Cochea, Colga, Papayal, Agua Blanca, Piedra, David, Fonseca, San Félix, Tabasará. Limita al norte con Bocas del Toro y la comarca Ngabe Bugle, al oeste con Costa Rica, al este con Veraguas y al sur con el océano Pacífico.
Al norte de esta provincia se encuentra la gran Cordillera de Talamanca en donde nacen numerosos ríos que desembocan en el Pacífico, y en donde se encuentra la elevación más alta del país que es el volcán Barú (o volcán de Chiriquí) con 3474 msnm. También se destacan elevaciones como el cerro Horqueta, el cerro Fábrega, el cerro Picacho (2874 msnm) y el cerro Pando (2468 msnm) entre otros.
La provincia de Chiriquí posee un exclave en el extremo oriente, el corregimiento de Justo Fidel Palacios en el distrito de Tolé, que está separado del resto de la provincia por la comarca Ngäbe-Buglé (distrito de Müna). A su vez dentro del distrito de Tolé contiene dos enclaves que pertenecen a la comarca Ngäbe-Buglé.
La provincia de Chiriquí es uno de los más biodiversos del país. Junto a la frontera con Costa Rica se localiza las tierras altas del macizo montañoso centroamericano (cordillera de Talamanca). En Chiriquí hay diversas especies de plantas, entre ellas cacahuate, caoba, cedro rojo, ceiba, ciprés, encino, fresno, guácimo, guapaque, laurel, mangle, mezquite, pastizales, pino, quebracho y volador.
Asimismo existe una gran variedad de vida animal, especialmente aves y reptiles. Entre la fauna hay aves acuáticas, boas, cocodrilos (incluyendo el cocodrilo de pantano, una especie endémica), jabalíes, leoncillos, monos, puerco espines, sarahuatos, tepezcuintles, tlacuaches, tortugas, venados cola blanca, tucanes de cuello amarillo y el jaguar que es el felino más grande de América y el tercero en el mundo también reside en Chiriquí.