Casi único en su segmento
El i20 es el único modelo, junto con el Ford Fiesta, que se comercializa con carrocería de tres puertas. Los montantes delantero, central y trasero son diferentes de los del modelo de cinco puertas. En el caso del Coupé están más curvados, lo que le dota de una imagen más deportiva y una línea de techo 25 mm más baja que en la versión de cinco puertas. Por otra parte, al igual que otros modelos del mercado, el i20 Coupé utiliza un elemento negro en el montante trasero para dotar la sensación de techo flotante.
Otro de los elementos diferenciadores respecto a la versión con carrocería de cinco puertas, son las llantas de aleación de 17 pulgadas, que son el remate perfecto para ofrecer un aspecto claramente más deportivo.
Su interior es muy satisfactorio en líneas generales, sobre todo por funcionalidad y lógica. Y es que, si en algo sobresale Hyundai, es en la disposición y diseño de todos los mandos, algo que se traduce en agrado y rapidez de uso de las funciones que ofrece el vehículo. El i20 es un modelo que huye, con muy buen criterio, de la digitalización, y que aporta mandos giratorios para gestionar la climatización y el equipo de sonido. Todo es sencillo, práctico y útil. Un acierto.
Los asientos no son un ejemplo de ergonomía y calidad, pero hay que reconocer que los de la inmensa mayoría de sus competidores son similares, o, incluso, peores. A nosotros, nos hubiera gustado que fueran algo más envolventes, que la banqueta fuera un poco más larga y que el tapizado de tela fuera algo mejor.
En la parte posterior, nos encontramos mucho más cómodos y con una habitabilidad sorprendente si se tiene en cuenta que estamos en un vehículo de segmento B. Como suele ser habitual en los modelos con carrocerías de tres puertas, el confort y la sensación de protección es superior al modelo equivalente de cinco.
Todo el entorno del habitáculo está muy bien diseñado para encontrar un buen número de compartimentos para guardar todos los objetos que solemos llevar encima. Además, como suele ser norma en los modelos de nueva generación, en la parte inferior de la consola central encontramos un compartimento con conexiones para dejar nuestro Smartphone.
Gracias al diseño de la zaga, el coupé aumenta la capacidad del modelo de cinco puertas en 10 litros y llega hasta los 336 litros, la máxima de su categoría. La función Easy-Entry con memoria facilita el acceso a los asientos delanteros y añade confort y facilidad de uso para todos los ocupantes.
Tres opciones mecánicas
El Hyundai i20 Coupé se comercializa con tres motorizaciones de gasolina de 84, 100 y 120 CV. Hemos probado con más detenimiento el de mayor potencia, aunque el más recomendable, sin lugar a dudas, es el menos potente. Éste, que tiene un bloque de cuatro cilindros, nos parece la mejor elección por suavidad, bajo ruido y agrado de uso. El más potente, asociado a la transmisión manual de 6 velocidades, resulta competente en cuanto a prestaciones y rendimiento, pero no lo es tanto en cuanto refinamiento. La principal razón es lo lento que cae de vueltas cuando realizamos un cambio de marchas, algo que, por otra parte, es habitual en este tipo de motorizaciones.
El consumo de carburante entra dentro de lo que se espera en un coche de este estilo y potencia, sobre todo si se tiene en cuenta a sus competidores. Según nuestras mediciones, en ciclo ponderado, obtuvimos una media de 6,7 litros a los 100 kilómetros.
En movimiento, queda patente desde el primer momento que, pese a la línea de estilo deportivo, el i20 no es un coche de sensaciones. En este sentido, estamos ante un vehículo funcional y confortable que cumple muy bien con su cometido para hacernos los desplazamientos bastante agradables. La suspensión, que es algo más firme que la que equipa la versión de cinco puertas, tiene un muy buen tarado y diseño para que la absorción de las imperfecciones del asfalto sea satisfactoria, y para que el confort de marcha esté por encima de lo que ofrecen muchos rivales de su categoría.
La dirección y los mandos de control también apuestan por una puesta a punto suave para que sea un coche poco denso de utilizar, algo que es de agradecer en un uso urbano. Los frenos, por su parte, cumplen con corrección en cuanto a tacto, distancias y funcionamiento.
Ayudas a la conducción y conectividad
El i20 dispone del nuevo paquete de seguridad activa SmartSense de Hyundai, que ha sido mejorado con nuevos elementos en la última actualización del modelo: ahora se incluyen el asistente de mantenimiento de carril (Lane Keeping Assist - LKA) y el asistente para evitar colisiones frontales (Forward Collision Avoidance Assist - FCA), que minimiza la posibilidad de tener un accidente en ciudad o en trayectos interurbanos. El sistema de alerta de atención del conductor es una innovación de seguridad dentro del SmartSense; permite monitorizar al conductor, detectando cualquier signo de cansancio o fatiga que manifieste. Para completar el paquete SmartSense, Hyundai ha incluido el asistente de luces largas (HBA), que cambia automáticamente de largas a cruce en caso de detectar tráfico en el sentido contrario.
El urbano de Hyundai también ofrece un amplio catálogo de opciones en materia de conectividad, con cuatro sistemas diferentes para satisfacer las necesidades de los distintos clientes. La versión más básica incluye una pantalla informativa de 3,8 pulgadas, si bien es posible elegir como opción una nueva pantalla monocromo de 5 pulgadas. La pantalla de 7 pulgadas a color, opcional, es el escalón más alto en cuanto a conectividad: ofrece compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, lo que permite a los ocupantes ver en el propio coche y a gran tamaño el contenido de sus smartphone, incluyendo aplicaciones de navegación.
Para completar el completo menú de equipamiento, en el i20 tampoco faltan interesantes elementos de confort, como el volante con calefacción, desempañado automático del parabrisas o el sistema de aviso de cambio de carril (LDWS). Sin olvidar la garantía de 5 años sin límite de kilómetros.