El tapón del Darién se ha convertido en uno de los cruces migratorios más peligrosos del mundo en la actualidad, esto se debe a que ante la crisis interna que se registra en varios países de América del Sur, una gran cantidad de personas han decidido atravesar la jungla que conecta a Colombia con Panamá para después intentar llegar a Estados Unidos.
12 febrero 2025 |
Ante esta situación y con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el 2025 comenzó con múltiples redadas en búsqueda de migrantes en Norteamérica, por lo que, ante el riesgo de ser devueltos de manera inmediata a su país de origen, se ha registrado una baja notable en el paso de personas por el Darién.
De acuerdo con el Gobierno de Panamá, en lo corrido del año, se ha registrado la llegada de 1.710 migrantes desde el tapón del Darién, lo que representa una reducción del 93% en comparación con lo registrado el año anterior, puesto que en el primer mes de 2024 pasaron más de 23.000 personas por la zona fronteriza.
En diálogo con Voz de América, residentes de Necoclí, uno de los municipios colombianos más cercanos a la selva del Darién, afirmaron que la presencia de Trump en la Casa Blanca ha provocado que sus “negocios” se vean afectados.
Cabe mencionar que, durante el punto más alto de la crisis migratoria en el Darién, The New York Times expuso que en Colombia se habían conformado “emprendimientos” en los que varios pobladores de Necoclí y Acandí ayudaban a los migrantes a pasar por la selva.
Esto incluye pagos por transporte en lancha, servicios de guías y hasta personas que se ofrecen a llevar las maletas de los migrantes a cambio de una propina.
Víctor Gómez, propietario de una de las barcas que transporta a personas entre Acandí y Capurgana, indicó que las ganancias en el principio del 2025 han sido mínimas. “Lo cierto del caso es que ahorita estamos viviendo una realidad donde ha habido un bajón, yo he dicho que de un 95%”, indicó Gómez al respecto.
El medio internacional expuso fotografías de estas zonas a mediados de 2024, cuando miles de migrantes llegaban a estos espacios para descansar durante algunas horas (puesto que la mayoría son venezolanos que atraviesan Colombia de manera terrestre) y después ingresar al Darién para intentar llegar a Panamá.
A diferencia de ese panorama, en la actualidad las playas y los pueblos están vacíos, lo que pone en vilo la estabilidad económica de cientos de familias, que afirman no tener otro tipo de forma para ganarse la vida, ya que ante la presencia de múltiples grupos armados, esta región no es llamativa para los turistas.
“El tema de la migración ha venido bajando considerablemente. El telón de fondo es Trump, por las políticas que ha venido estableciendo, igual como lo hizo en el primer período presidencial, pero la migración no se va a acabar”, destacó Gómez.
Entre los pocos migrantes que estaban en Acandí, Voz de América habló con Jenny Marín, una joven venezolana que indicó que entiende que lo más probable es que no pueda ingresar a Estados Unidos, pero destacó que es la única posibilidad que tienen por el contexto actual que se vive en su país.
“El destino final para nosotros era los Estados Unidos. Es un sueño que hemos tenido desde que comenzó la migración. Tenemos presente que es difícil, que es riesgoso, pero todo lo hacemos porque en Venezuela pasábamos mucha hambre y necesidades. Y pues, cada uno con ese sueño de que queremos cada día mejor y lograr nuestros sueños”, indicó Marín.