Son sorprendentemente pocas las investigaciones que han analizado los efectos cognitivos a corto plazo en esta población y por esta razón el estudio realizado en Bélgica tiene un gran valor.
Los dos experimentos realizados en el marco del estudio abarcaron a 462 niños en edad preescolar, a la mitad de los cuales se les dio un refresco con sabor a limón con 35 gramos de azúcar y a la otra mitad se les dio bebidas endulzadas artificialmente con cero azúcar. Después los investigadores evaluaron el rendimiento de los niños tanto durante el subidón como el bajón de azúcar.
Las bebidas azucaradas parecían tardar unos 45 minutos en surtir efecto y mostrar beneficios en las puntuaciones de matemáticas de las niñas. Después de dos horas, los beneficios parecían desvanecerse. Por otro lado, las puntuaciones en matemáticas de los chicos tendían a disminuir una hora después de tomar una bebida azucarada. Incluso después de dos horas, los efectos negativos seguían siendo evidentes.
El equipo no puede estar seguro de por qué una bebida azucarada podría reducir la puntuación en matemáticas de un niño, pero sospechan que tiene algo que ver con el estrés, el consumo de azúcar y el rendimiento de los estudiantes. La inquietud que muestran los niños después de tomar una bebida azucarada también podría estar causando alguna distracción.
Como el estudio es el primero de este tipo, los resultados no pueden compararse con nada más, por lo que es difícil ponerlos en perspectiva. No obstante, las diferencias de sexo identificadas entre los preescolares en este estudio se mantuvieron en ambos ensayos, que fueron diseñados rigurosamente, por lo que deben investigarse más.