Explicó que ello se debe en gran medida a que tales artilugios favorecen el trabajo desde casa y el interés por controlar la salud.
Por su parte, las ventas mundiales de teléfonos inteligentes descendieron en 2020, pero al mismo tiempo marcó un récord en el comercio de 527 millones de Wearables (objetos conectados que puede llevarse encima), frente a los 384 millones de 2019.
Representa la primera vez que la comercialización de este tipo de objetos superó los 500 millones de unidades, cuando los analistas esperan que continúe dicha tendencia, con la previsión de superar las ventas de teléfonos a finales de esta década.
El director de Strategy Analytics, Neil Mawston, recalcó que todo el mundo presta mucho más interés en la salud y los Wearables son un buen dispositivo para ayudar en esa dirección.