El iceberg más grande del mundo podría flotar a la deriva en el océano durante años antes de que se parta y se derrita. Los científicos esperan que el gigantesco trozo de hielo avance en dirección al Atlántico sur, pero se desplazará lentamente.
24 mayo 2021 | Publicado : 04:06 (24/05/2021) | Actualizado: 04:08 (24/05/2021)
Con el tiempo, el A-76 saldrá del mar de Weddell, frente a la Antártida, y avanzará en dirección al Atlántico sur, pero ese recorrido podría llevar años, señala Drinkwater.
"Hemos visto icebergs que pueden durar hasta 18 años y que han sido rastreados por toda la Antártida si permanecen en aguas relativamente frías. Pero es probable que una vez que salga del mar de Weddell hacia el Atlántico sur se desintegre con bastante rapidez", expone el científico.
El iceberg A-68, que era aún más grande y que se desprendió de la plataforma de hielo Larsen C de la Antártida en el 2017, desapareció en el 2021.
Los satélites han ayudado a los científicos a llevar un registro de aquellos cambios que se observan en el continente helado y que de otra forma pasarían desapercibidos, detalla Drinkwater.
"El continente que todos creen que es una parte del mundo congelada y benigna, que nunca cambia, es en realidad muy dinámico", enfatiza el especialista.
El creciente desprendimiento de hielo en partes de la Antártida que ha sido monitoreado desde el espacio durante los últimos 30 años puede atribuirse al cambio climático, agrega el científico.
Las plataformas de hielo del continente suelen perder grandes trozos que acaban en el mar incluso mientras se forma hielo nuevo tierra adentro, un proceso que Drinkwater comparó con una cuenta bancaria a la que constantemente se le hacen depósitos y retiros.
"Partes de la Antártida están retrasadas en sus pagos, y eso es en gran medida una consecuencia del incremento de la temperatura o de grandes desprendimientos en los que se ha perdido hielo y se han desestabilizado las plataformas heladas. El clima es el responsable de estos cambios. Y a largo plazo, desde luego, tendrá consecuencias de amplio alcance en varios lugares de la Antártida", asegura Drinkwater.