Sistema respiratorio: tos persistente, dificultad para respirar y niveles bajos de oxígeno en la sangre.
Sistema nervioso: ictus, dolores de cabeza, problemas de memoria y problemas con los sentidos del gusto y el olfato.
Salud mental: ansiedad, depresión, problemas de sueño y abuso de sustancias.
Metabolismo: nueva aparición de diabetes, obesidad y colesterol alto.
Sistema cardiovascular: enfermedad coronaria aguda, insuficiencia cardíaca, palpitaciones y ritmos cardíacos irregulares.
Sistema gastrointestinal: estreñimiento, diarrea y reflujo ácido.
Riñón: lesión renal aguda y enfermedad renal crónica que, en casos graves, puede requerir diálisis.
Regulación de la coagulación: coágulos de sangre en piernas y pulmones.
Piel: erupción y caída del cabello.
Sistema musculoesquelético: dolor articular y debilidad muscular.
Salud general: malestar, fatiga y anemia.