Además, el consumo de más de una ración de zumo de naranja aumentaba el riesgo en un 54%. Esto se debe a que los cítricos contienen una sustancia llamada psoraleno que hace que la piel sea sensible a la radiación UV cancerígena del sol.
Asimismo, los participantes de piel muy clara resultaron estar en un riesgo aún mayor si comían muchos cítricos. "Se sabe que el psoraleno tiene propiedades fotosensibilizantes y fotocarcinógenas y se encuentra en abundancia en los productos cítricos. Esta investigación sugiere un aumento significativo del riesgo de melanoma asociado a una mayor ingesta de cítricos y los hallazgos podrían dar forma a las orientaciones sobre la exposición al sol y a la forma de aconsejar a los pacientes que ya tienen un alto riesgo de desarrollar melanoma", explica Andrew R. Marley, autor principal de la investigación.
¿Cuáles son los signos de alerta?
El signo más común del cáncer de piel es un cambio en un lunar, una peca o una mancha de piel normal. Hay cinco cosas en las que hay que fijarse cuando se trata de lunares:
Simetría
Si una mancha nueva o existente empieza a cambiar de forma, podría ser un signo de cáncer de piel. Puede crecer repentinamente o cambiar con el tiempo, pero si es asimétrica es una buena idea que la revise un médico de cabecera.
Bordes
Las manchas con bordes irregulares son una señal de alarma de cáncer de piel.
Color
Muchos lunares cancerosos tienen diferentes colores. O un lunar existente puede haberse vuelto más oscuro.
Tamaño
Si un lunar empieza a crecer es una mala señal.
Elevación
La mayoría de las pecas y lunares tienden a ser planos contra la piel. Si uno de ellos se eleva repentinamente es un signo de cáncer de piel.
También hay otros signos a los que hay que prestar atención, como: Un nuevo crecimiento o una llaga que no se cura, una mancha, lunar o llaga que pica o duele,
un lunar o crecimiento que sangra o forma costras.
Es importante que consultes con un médico al tener estos síntomas y que lo aconsejes hacer a todos los que los tengan.