Nedelsy Herrera, Psicóloga del IPHE de la Extensión de Tocumen

Durante el conversatorio, en el que participaron un total de 55 funcionarios de diversas entidades de estatales, quienes aprendieron más sobre lo que es una persona con Síndrome de Down, sus características psicológicas y algunas particularidades más comunes, de las cuales se les explicó que no es una enfermedad, es un error de origen genético en el cual una persona tiene 47 cromosomas en lugar de los 46 usuales.

Este conversatorio, fue presentado por la facilitadora magistra Nedelsy Herrera, Psicóloga del IPHE de la Extensión de Tocumen, quien explicó a los presentes que existen muchos mitos y estereotipos sobre las personas con síndrome de Down como por ejemplo que son “Angelitos”, “Cariosos” y otros tantos más; “El síndrome de Down no es una enfermedad, es un error de origen genético en el cual una persona tiene 47 cromosomas en lugar de los 46 usuales, se desconoce por qué ocurre este error”, explicó la psicóloga Herrera.

Según la psicóloga Herrera, “la incidencia estimada del síndrome de Down a nivel mundial se sitúa entre 1 de cada 1,000 y 1 de cada 1,100 recién nacidos; algunas características más comunes son: tonalidad débil de los músculos (hipotonía muscular); nariz chata; ojos rasgados; orejas pequeñas; baja estatura; boca pequeña; discapacidad intelectual y desarrollo motor más lento. 

Dentro de las características biológicas que afectan a su aprendizaje figuran las siguientes: cardiopatía; alteraciones oculares y de la audición; hipotonía muscular (flacidez) y laxitud ligamentosa; alteraciones de la función tiroidea. Hiper o hipotiroidismo; descubrimiento reciente: tolerancia o umbral más alto de percepción del dolor.

La psicóloga Herrera, también detalló las características psicológicas del Síndrome Down: las personas con síndrome de Down presentan una gran variedad de estilos y rasgos de carácter; como cualquier persona, cada individuo tiene sus circunstancias individuales, un entorno familiar concreto, una educación determinada, etc.; características de la personalidad del Síndrome Down; poca iniciativa; dificultad para inhibirse; tendencia a la persistencia de las conductas y resistencia al cambio; menor capacidad de respuesta y de reacción frente al ambiente; suelen mostrarse colaboradores y cariñosos y sociables; en el trabajo, son trabajadores constantes, puntuales y responsables.

En cuanto a la conducta presentada por las personas con Síndrome de Down, estas no suelen presentar problemas destacables de conducta; la mayoría pueden incorporarse con facilidad a los centros de inclusión escolar; Los programas de modificación de conducta por lo común dan buenos resultados con ellos.

La psicóloga Herrera manifestó que de ser posible es necesario garantizar a las personas con Síndrome de Down apoyo psicológico y en casos severos el apoyo psiquiátrico puede ser imperioso. Entre las características psicológicas del Síndrome Down, en cuanto al aprendizaje, tienen mejor percepción y retención visual que auditivo; su umbral de respuesta general ante estímulos es más elevado

En cuanto a la atención tienen dificultad para mantenerla, sobre todo durante periodos de tiempo prolongados; facilidad para la distracción frente a estímulos diversos y novedosos. Asimismo, en materia de memoria: Mejor memoria visual que auditiva; les cuesta seguir más de tres (3) instrucciones dadas en orden secuencia.

Las personas con Síndrome de Down, en cuanto a su diagnóstico no deben limitárseles a lo que pueden llegar a aprender o el grado de desarrollo que pueden llegar a alcanzar; sus atenciones médicas periódicas y seguimiento de los tratamientos médicos son muy importantes; de igual forma las atenciones terapéuticas  (Psicología, Terapia Física, Fonoaudiología, Terapia Ocupacional) a edad temprana son muy significativos para lograr avances en su Desarrollo.

En cuanto al lenguaje, motricidad e inteligencia, los niños con Síndrome de Down, en el nivel lingüístico va por detrás de su capacidad social y de su inteligencia general; tienen dificultad para dar contestaciones verbales; dan mejores respuestas motoras; tienen mejor nivel de lenguaje comprensivo que expresivo; torpeza motora, tanto gruesa (brazos y piernas) como fina (manos).

También presentan: lentitud en sus realizaciones motrices; mala coordinación; Hipotonía muscular; el diagnóstico de SD se acompaña de deficiencia mental, en diferentes grados; dificultad para manejar diversas informaciones; lentitud para procesar y codificar la información y problemas para interpretarla y les resultan dificultosos los procesos de conceptualización, generalización, transferencia de aprendizajes y abstracción.

A los funcionarios públicos se les sugirió algunas recomendaciones para potenciar las habilidades y capacidades de los niños con Síndrome de Down, entre ellas: Es conveniente captar su mirada cuando se les habla, comprobar que atienden; eliminar estímulos distractores cuando se trabaja con ellos, presentarles los estímulos de uno en uno; es preciso hablarles más despacio; si no entienden las instrucciones repetirlas con otros términos diferentes y más sencillos; no confundir la falta de atención con la demora en la respuesta, es necesario la paciencia.

De igual forma como parte del desarrollo de las habilidades y capacidades en los niños con Síndrome de Down: conviene acostumbrarles a que cambien de tarea de vez en cuando; el modelado o aprendizaje por observación, la práctica de conducta y las actividades con objetos e imágenes son muy adecuados; es recomendable practicar en las tareas cotidianas en casa y en el colegio (independencia en actividades de la vida diaria, transmitir recados, traer cosas, por ejemplo).

Para concluir el conversatorio denominado, la licenciada Herrera, manifestó: “Es muy importante tratarlos del mismo modo que a los demás; tanto la sobreprotección como el descuido y el abandono es negativo para ellos; la coordinación entre todos los docentes y la familia es esencial.

“Los niños con síndrome de Down podrán desarrollar todo su potencial de aprendizaje y seguirán los mismos pasos que el resto de los niños, aunque más lentamente. Dependerán principalmente, de una familia sólida que les brinde amor, pertenencia, tolerancia y apoyo incondicional”, puntualizó la licenciada Herrera.