Los actuales niveles de emisiones del transporte marítimo son hoy inaceptables, por lo que se necesita una revolución para evitar la contaminación que genera, advirtió Lee Adamson, portavoz de la Organización Marítima Internacional (OMI).
16 noviembre 2019 |
En declaraciones publicadas por ONU Noticias, Adamson precisó que a esa industria le urge transformar sus sistemas de propulsión y así eliminar completamente del sector esas emisiones altamente contagiosas.
Las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el sector naviero son significativas y, según el Banco Mundial, no ha seguido el ejemplo de otros medios de transporte en lo que se refiere a la lucha contra el cambio climático.
Ese organismo calcula que solamente un gran buque de transporte marítimo produce tanto azufre como 50 millones de automóviles.
Este medio de transporte es esencial para el desarrollo sostenible, en general, y del comercio, pero antes necesita ponerse al día en la mitigación del cambio climático y dirigirse hacia las cero emisiones de dióxido de carbono de aquí al año 2050, de lo contrario se agravará el calentamiento global, agregó Adamson.
De acuerdo con la OMI, la industria naval es responsable de aproximadamente el 2,2 por ciento de todas las emisiones mundiales de gases contaminantes con unos 800 millones de toneladas al año, y es dependiente en gran medida del llamado combustible de caldera que tiene un alto contenido de carbono.
Un dato negativo que demuestra la necesidad de garantizar que los buques usen fuentes de energía mucho más sostenibles, especialmente porque las proyecciones del comercio marítimo mundial apuntan a que se multiplicará por dos durante los próximos 20 años.
Por esa razón, la OMI lidera varios proyectos destinados a reducir significativamente las emisiones y, en última instancia, a eliminarlas por completo, entre ellos los transbordadores eléctricos e híbridos, los buques que usan biocombustibles o células de combustible de hidrógeno aún en fase de prueba, y la propulsión asistida por el viento.
En esa línea la compañía noruega de transbordadores Color Line está construyendo el buque híbrido eléctrico más grande del mundo, que transportará dos mil pasajeros y 500 coches.