El mundo tiene potencial para plantar árboles en una superficie de casi mil millones de hectáreas, el tamaño de Estados Unidos, lo que reduciría las emisiones de CO2 en un 25 por ciento, afirma la revista Science.
23 octubre 2019 | Publicado : 05:02 (22/10/2019) | Actualizado: 01:01 (23/10/2019)
La restauración forestal es una de las soluciones más efectivas ante el cambio climático, indica la publicación, ya que los bosques han demostrado ser un buen antídoto natural, pues absorben el equivalente a dos gigatoneladas de dióxido de carbono cada año.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático su destrucción es, junto a la agricultura, responsable de unas 10 gigatoneladas anuales, una cuarta parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero.
Ese Grupo más conocido por sus siglas en inglés IPCC, es una entidad científica creada en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Sus expertos consideran que los árboles también regulan el ciclo del agua, mejoran la fertilidad del suelo y albergan insectos polinizadores, motivos a favor para combinarlos con cultivos agrícolas.
La recuperación de ecosistemas abandonados o improductivos, lejos de ser una inversión a fondo perdido, puede generar actividades económicas y dar motivos a la población para quedarse en las zonas rurales frente a su despoblación.
Se calcula que unos mil 600 millones de personas en el mundo viven de los recursos forestales, ya sea para alimentarse como para generar ingresos.
Los bosques pueden descender la temperatura del aire hasta ocho grados centígrados y mejorar la calidad del aire en las ciudades, donde se calcula que vivirá el 70 por ciento de la población mundial en 2050.
Iniciativas como el Desafío de Bonn, que desde 2011 promueve la restauración de 350 millones de hectáreas degradadas hasta 2030 a nivel mundial, no han sido suficientes para devolverle a los bosques el papel que desempeñan en la lucha contra el cambio climático.
Al respecto, expertos y organizaciones no gubernamentales han criticado que solo se han recuperado 27 millones de hectáreas forestales en las últimas dos décadas, mientras cada año se siguen perdiendo otros 26 millones.