La tecnología nos invade. Esta afirmación sin embargo tiene un detalle que al parecer es sencillo y sin embargo repleta de complejidades la actividad que realizamos de manera cotidiana con un ordenador u otro dispositivo electrónico.
15 septiembre 2019 |
Cada cierto tiempo, los piratas informáticos se hacen con un volumen considerable de las contraseñas de un servicio.
De ahí que el gigante tecnológico Yahoo, la cadena de hoteles Marriot o la aerolínea British Airways, son algunas de las compañías que han sufrido recientemente brechas de seguridad y filtraciones masivas de datos de sus usuarios.
Pero por si esta amenaza fuera poca, la elección de contraseñas como «12345678», «123123» o «abc123», tres de las más usadas por los internautas, se lo pone muy fácil a quien quiera acceder a tus cuentas sin permiso.
Si quieres saber si la que escogiste se ha visto comprometida en algún momento, solo tienes que instalar una extensión a Chrome, el buscador de Google que también está disponible para Android.
Password Checkup es el servicio oficial del gigante de Silicon Valley que es capaz de decirte si tu contraseña se ha filtrado en internet y por lo tanto, si eres más vulnerable a que te roben datos aún más comprometidos.
Se necesita la versión 67 de Chrome o una superior, pero una vez instalada, esta extensión es muy fácil de usar.
Cuando naveguemos por internet e intentemos iniciar sesión en cualquier servicio, Google te dirá inmediatamente si tu usuario y contraseña aparecen en una falla de seguridad de datos de la que la compañía tiene constancia.
En la práctica, el navegador compara la entrada con una lista de contraseñas hackeadas y si intentas ingresar una que esté en esa lista, el servicio te alertará.
Lo bueno es que la extensión funciona en segundo plano. «Si utilizas el mismo nombre de usuario y la misma contraseña en otras cuentas, cambia la contraseña de esas cuentas también», dice Google.
Entonces, primero, para asegurarnos de que nadie accede a uno de nuestros servicios con ellas tenemos que tener estas recomendaciones.
Una vez dentro, podrían cambiar nuestras configuraciones, restablecer la contraseña y hacerse por completo con el control de la cuenta ya sea de Spotify, de Netflix o de Amazon, por poner algún ejemplo.
Pereza y comodidad suelen ser las razones por las que los usuarios usan contraseñas fáciles o no las cambian nunca. Hace unos años, un estudio revelaba que un 30 por ciento de trabajadores estadounidenses apuntaba sus contraseñas en un papel que guardaban cerca de la computadora.
Otro 66 por ciento lo hacía en un archivo dentro de la máquina o en su celular. Dos muy malas ideas si queremos proteger nuestra intimidad. Lo mejor, dicen los expertos, sigue siendo cambiar nuestras contraseñas con regularidad.
Por tanto, esta es la moraleja más exacta de tales nuevos datos. Cambiar la contraseña. Algo tan sencillo como cotidiano.