Los árboles urbanos crecen y mueren más rápido que los rurales, lo que genera una pérdida neta de almacenamiento de carbono en las calles, concluyó un estudio publicado en la revista Plos One.
11 mayo 2019 |
Destacan en ese sentido, que en algunos lugares se adoptan iniciativas ecológicas como estrategia clave para mejorar la sostenibilidad urbana y combatir los impactos ambientales de la urbanización expansiva.
Sin embargo, consideran los especialistas que la comprensión de la dinámica de los ecosistemas de las calles y árboles es limitada, al tiempo que lo que se conoce sobre la estructura y función de la vegetación basada en bosques intactos y rurales puede no aplicarse bien a los ecosistemas urbanos.
Para abordar esta brecha en el conocimiento, el líder del estudio, Ian Smith, y sus colegas estimaron el crecimiento específico del tamaño, la mortalidad y las tasas de plantación en los árboles.
Utilizaron además un modelo para pronosticar cambios a corto plazo en las reservas de carbono sobre el suelo de la calle en varios escenarios de plantación y manejo. Luego compararon sus hallazgos con los de los sistemas rurales y forestales.
Los investigadores descubrieron tasas aceleradas de ciclos de carbono en árboles de la calle, con tasas de crecimiento de diámetro medio casi cuatro veces más rápidas en la ciudad de Boston, ubicada cerca del bosque en el área rural de Massachusetts.
Con ello concluyeron que a pesar del mayor crecimiento de los árboles urbanos, las tasas de mortalidad promedio son más del doble que las de los bosques rurales.
Según los autores, las combinaciones estratégicas de plantación y mantenimiento maximizarán la viabilidad de iniciativas ecológicas como una herramienta eficaz para mitigar el clima.