La empatía posibilita la cooperación y la civilización

Según expertos de la estadounidense Universidad de Pensilvania existe una 'regla invisible que guía el comportamiento social y promueve la cooperación' llamada teoría de la reciprocidad indirecta, según la cual si alguien ayuda a una persona otra ayudará a esta primera.

Basados en la teoría evolutiva de juegos, los científicos simularon distintos tipos de sociedad y descubrieron que en aquellas donde las personas podían aprender a ser empáticas existía mayor cooperación, así como que la reputación de una persona en la es relativa a las diferentes opiniones con respecto de lo que es bueno o malo.

En escenarios de sociedades en las cuales las personas podían aprender a ser empáticas mediante la observación y adaptación de los rasgos de personalidad de los individuos más exitosos, las tasas de cooperación aumentaron significativamente, incluso en aquellos casos en los que se partía de modelos egoístas.

Los científicos consideran que la toma de perspectiva empática comienza a desarrollarse en la infancia y que esta puede funcionar como un 'pegamento social'.

Esperan que un futuro pueda utilizarse este sentimiento para promover la cooperación a gran escala, especialmente en comunidades donde conviven personas de distintas culturas, orígenes o costumbres.

La investigación destaca que a diferencia de otros animales los humanos cooperan incluso con desconocidos y que son más propensos a ser amables con aquellas personas que consideran 'buenas' que con aquellas que gozan de 'mala reputación'.