Las sustancias químicas disruptoras endocrinas presentes en el polvo podrían contribuir a un mayor crecimiento en los niños en relación con su edad, aseguraron científicos durante la reunión anual de la Sociedad Endocrina.
26 marzo 2019 | Publicado : 13:06 (25/03/2019) | Actualizado: 02:22 (26/03/2019)
Durante el encuentro, que se celebra en la ciudad estadounidense de Nueva Orleans, los especialistas destacaron que dichas sustancias promueven el desarrollo de células grasas en un modelo celular.
Según el líder del estudio, Christopher Kassotis, 'esta es una de las primeras investigaciones que evalúan los vínculos entre la exposición a mezclas químicas presentes en el ambiente interior y la salud metabólica de los niños que viven en esos hogares'.
Los expertos recolectaron 194 muestras de polvo doméstico de diferentes casas en el centro de Carolina del Norte, Estados Unidos, extrajeron los químicos del polvo en el laboratorio y se analizaron su capacidad para promover el desarrollo de células grasas en un modelo celular.
'Descubrimos que dos tercios de los extractos de polvo eran capaces de promover el desarrollo de células grasas y la mitad de ellos promovían la proliferación de células grasas precursoras a 100 microgramos, o niveles aproximadamente mil veces más bajos de lo que los niños consumen a diario', dijo Kassotis.
Y es que datos de la Agencia de Protección Ambiental calculan que los niños ingieren entre 60 y 100 miligramos de polvo diarios.
Al medir más de 100 sustancias químicas diferentes el equipo de investigadores halló que aproximadamente 70 de los productos químicos tenían una relación positiva significativa con el desarrollo de células grasas inducidas por el polvo, y aproximadamente 40 estaban relacionadas con el desarrollo de células grasas precursoras.
Estos resultados sugieren que las mezclas de sustancias químicas que se producen en el ambiente interior podrían estar causando sobrepeso u obesidad infantil', afirmó Kassotis.
Algunos de estos químicos están presentes en productos comunes para el hogar, como detergentes para ropa, limpiadores para el hogar, pinturas y cosméticos; los científicos continúan los estudios para determinar cuáles pueden estar relacionados con la obesidad.