La primera fase de un nuevo estudio del cielo con sensibilidad sin precedente muestra cientos de miles de galaxias no detectadas previamente, usando al telescopio de matriz de baja frecuencia (LOFAR).
22 febrero 2019 | Publicado : 04:31 (20/02/2019) | Actualizado: 02:36 (22/02/2019)
En esta etapa de la investigación, liderada por astrónomos de 18 países, LOFAR observó una cuarta parte del hemisferio norte en bajas frecuencias de radio, destaca el trabajo publicado en Astronomy & Astrophysics.
El aparato mapea 300 mil fuentes, casi todas de las cuales son galaxias en el universo distante; cuyas señales de radio han viajado miles de millones de años luz para llegar a la Tierra.
Al decir de Huub Röttgering, de la Universidad de Leiden (Países Bajos), si tomamos un radiotelescopio y miramos hacia el cielo, vemos principalmente la emisión del entorno inmediato de los agujeros negros masivos.
Con LOFAR, esperamos responder a la pregunta fascinante: ¿De dónde vienen esos agujeros negros?, dijo.
Los investigadores saben que los agujeros negros son devoradores desordenados. Cuando el gas cae sobre ellos, emiten chorros de material que pueden verse en las longitudes de onda de radio, comentó.
Para Philip Best, de la Universidad de Edimburgo, LOFAR tiene una sensibilidad notable y eso nos permite ver que estos chorros están presentes en las galaxias más masivas, lo que significa que sus agujeros negros nunca dejan de comer.
Este trabajo muestra cómo podemos usar el telescopio para ayudarnos a comprender el origen de los campos magnéticos cósmicos, explicó Shane O'Sullivan, de la Universidad de Hamburgo.
El centro de cómputo y datos de SURF ubicado en SURFsara en Ámsterdam funciona con energía ciento por ciento renovable y alberga más de 20 petabytes de datos LOFAR.
Esta investigación es más de la mitad de todos los datos compilados por el telescopio LOFAR hasta la fecha, por lo que es la mayor recopilación astronómica del mundo.
Lo que normalmente habría llevado siglos en una computadora normal se procesó en menos de un año utilizando el cluster de cómputo de alto rendimiento (Grid) y la experiencia, destacó Raymond Oonk, de SURFsara.